martes, noviembre 26, 2024
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La maldición de la deshonra

POR ROSMARIE PÉREZ

Hoy quiero retomar mis escritos con este tema, un tema que para muchos es una polémica, lamentablemente quieran ó no aceptarlo, hay una maldición que se manifiesta en la vida de aquellos que van por el mundo auto proclamándose jueces ó vigilantes de la «Sana Doctrina», haciendo señalamientos de quienes son ó no hombres y mujeres de Dios.

En la Biblia no se habla de esto, la Palabra dice que hay Apóstoles, aunque muchos quieran renegar esto, Maestros, Evangelistas, Pastores, pero No Jueces y quiero dejar esto bien claro porque muchos quieren tomar un versículo y con eso excusar sus comportamientos y palabras pero no podemos basarnos en un versículo, debemos leer la Biblia completa y pedir Revelación al Señor al respecto.

Para hablar de este tema voy a tomar el ejemplo más claro en la Biblia en que los celos, la envidia y la falta de honra a un hombre claramente ungido por Dios provoca que un hombre no solo pierda su reino y todo lo que tenía, sino que perdiera casi toda su familia y hasta su alma, este es el ejemplo de Saúl.

La historia de Saúl (1 Samuel ) nos muestra claramente esta maldición, no fue la desobediencia de Saúl lo que provocó todo lo que pasó con su familia y con él, la desobediencia provocó que su reino fuera cortado y el Señor se lo diera a David, pero lo que sí provocó que su familia muriera cruelmente y él hasta perdiera su alma fue su persecución y deseo de matar a David, un hombre Ungido por el mismo profeta que lo ungió a él, un hombre Ungido por Dios.

Sus celos y su envidia al ver como David era cada vez más popular, no solamente delante del hombre sino mucho más, delante del Dios Altísimo, eso lo llevó a perseguirlo para matarlo con una rabia que era movida sólo porque cada día David brillaba más, era notorio como Dios estaba con él y eso no lo pudo soportar Saúl.

Saúl valoró más estar bien delante de los hombres y no de Dios pero los celos que sintió de David, un hombre que prefería estar bien delante de Dios y eso hacía que el Señor le diera buen nombre delante de los hombres provocó en Saúl enojo, rabia y hasta celos y todo eso hizo que cometiera su mayor equivocación perseguir al ungido de Dios.

Saúl no pudo soportar ver que David fuera cada día más engrandecido a pesar de que él lo persiguiera, a pesar de que por esta persecución David tuviera que dormir en cuevas, escondido, pasando necesidades y oprobio.

Pero la grandeza de David se hizo más evidente delante de Dios, cuando a pesar de las veces que pudo matar a Saúl no lo hizo porque el entendió lo que cada uno de nosotros debemos hoy aprender, que a un Ungido de Dios no lo debemos tocar, David lo entendió el día que él estaba tan cerca en una cueva en la oscuridad de Saúl, que pudo cortarle un pedazo de su túnica y Dios le hizo sentir tan mal que desde ese mismo momento él entendió que a un ungido no se le toca.

El Rey David mandó a matar a todos aquellos que vinieron donde él diciéndole que habían ayudado a morir a Saúl y a Jonathan, uno de los hijos de Saúl, ellos creían que David les iba a premiar pero lo que ellos encontraron con esto fue la muerte.

Es triste que hoy hay tan poca revelación sobre esto y existan tantos cristianos y no cristianos juzgando a Pastores, Evangelistas y a tantos hombres y mujeres de Dios creyéndose jueces que pueden determinar quién es y quien no es un hombre de Dios, cuanta gente habla con ligereza de un comentario hecho en las redes ó de una caída que han tenido unos de estos hombres de Dios, alegrándose en sus corazones del mal que le acontece sin entender que Dios está pesando cada palabra y cada corazón.

Muchos se han olvidado de donde Dios los sacó y no tienen la misma misericordia que Dios les regaló, se creen ahora que ellos pueden ser jueces justos cuando la Palabra los contradice que solo hubo y habrá uno solo Justo, el Señor Jesús, cuanta hipocresía en el mundo cristiano.

Somos tan fáciles de emitir juicios y tan débiles en ver nuestros propios pecados, dice la Palabra que antes de ver la paja del ojo ajeno miremos la viga del nuestro ( Mateo 7:3-4), vamos por este mundo señalándonos unos con otros, claro, el diablo divirtiéndose viendo la Iglesia del Señor en esto y nosotros tan ciegos siendo títeres del enemigo.

El diablo solo quiere ver una Iglesia dividida porque como dice la Palabra una casa dividida entre sí no prevalecerá (Mateo 12:26) y nosotros discutiendo entre nosotros quien es y quien no es, cuando en ninguna parte de la Biblia dice que hay un llamado de Juez, quiera usted decir o no lo contrario.

Abramos hoy nuestros corazones y pidámosle al Señor Revelación para todo esto porque en verdad esto es lo que necesita más el pueblo de Dios, REVELACIÓN y esto solo se consigue buscando Su Presencia.

El Rey David fue el único hombre en la Biblia que se menciona con un corazón conforme al del Señor, un hombre que tuvo Revelación y entendió la honra que nacía de no tocar a un ungido de Dios aunque este fuera desechado por Dios y había pecado, el entendió que solo Dios podía juzgarlo y que él tenía que tener misericordia con ese hombre que había caído en pecado así como la misericordia que Dios había tenido con él tantas otras veces… David pecó con cosas más terribles que Saúl pero en lo único que David no pecó fue en deshonrar a un ungido de Dios en su peor momento.

Esto que hizo David lo enalteció no delante de los hombres sino delante del Señor y esto provocó que fuera un hombre Bendecido a pesar de todas sus luchas, fue un hombre tan Bendecido que el Señor bendijo a su hijo Salomón como a ningún otro en la historia de Israel.

Espero que este escrito cambie el corazón del que lo llegue a leer y reciba Revelación de lo importante que es no deshonrar a un ungido de Dios.

Bendiciones

Rosmarie Pérez

Gálatas 6:7 Reina-Valera 1960

No os engañéis; Dios no puedo ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

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