Santo Domingo, RD.-El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria del mes de febrero de 2022, decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.00 % anual. De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 5.50 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) en 4.50 % anual.
Esta decisión se basa en una evaluación exhaustiva del comportamiento de la economía mundial, la notable persistencia de las presiones inflacionarias y la mayor incertidumbre internacional derivada del escalamiento de los conflictos geopolíticos. En ese orden, la dinámica de los precios continúa siendo afectada por choques externos más permanentes de lo previsto, asociados a mayores precios del petróleo y de otras materias primas importantes para la producción local, así como al incremento en el costo global del transporte de contenedores y otras disrupciones en las cadenas de suministros.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en enero de 2022 fue de 1.18 %, mientras que la inflación interanual se ubicó en 8.73 %. Por otro lado, la inflación subyacente interanual, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, alcanzó 7.0 % en enero, reflejando efectos de segunda vuelta en la producción asociados a choques de oferta. Hacia adelante, el sistema de pronósticos del BCRD indica que, en un escenario activo de política monetaria, la inflación interanual convergería al rango meta de 4 % ± 1 % durante el horizonte de política monetaria, a un ritmo más lento de lo previsto originalmente.
En este escenario, el Banco Central está implementando un plan de normalización monetaria con el propósito de contrarrestar los choques externos sobre los precios y contribuir a la convergencia de la inflación al rango meta, en un contexto de alto dinamismo económico. En ese sentido, el BCRD ha incrementado la tasa de política monetaria en 200 puntos básicos desde noviembre de 2021, hasta situar la tasa de referencia en su nivel actual de 5.00 % anual, adelantándose a los aumentos esperados en las tasas de interés de las economías avanzadas.
Adicionalmente, el BCRD ha reducido de manera importante el excedente de liquidez del sistema financiero, especialmente a través de operaciones de mercado abierto. Estas medidas han logrado acelerar el mecanismo de transmisión de la política monetaria, contribuyendo a un ajuste en las tasas de interés domésticas más rápido de lo previsto y han propiciado una moderación significativa en el crecimiento de los agregados monetarios. El Banco Central cuenta con las herramientas para facilitar la convergencia de la inflación a la meta y contribuir al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, encontrándose preparado para tomar medidas adicionales para el logro de sus objetivos, si fuese necesario.
En el entorno internacional, recientemente se ha incrementado la incertidumbre relacionada al escalamiento de los conflictos geopolíticos entre Rusia y Ucrania. En ese sentido, los pronósticos de Consensus Forecasts para el crecimiento mundial del presente año se mantienen revisándose a la baja, hasta ubicarlo en 4.0 %.
En Estados Unidos de América, nuestro principal socio comercial, la economía se expandió en 5.7 % en el año 2021, mientras que las perspectivas de crecimiento para este año se moderan a 3.7 %, según Consensus. Por otro lado, la inflación en ese país alcanzó 7.5 % en enero, su nivel más alto en cuatro décadas y más de tres veces por encima de su meta de 2.0 %. En este contexto, la Reserva Federal en su más reciente reunión indicó que finalizaría su programa de compra mensual de activos financieros y se prevé que inicie en su reunión del mes de marzo un proceso de varios incrementos en su tasa de fondos federales para enfrentar las presiones inflacionarias.
Por otro lado, la actividad económica en la Zona Euro se expandió en 5.2 % en 2021 y se proyecta un crecimiento de 3.9 % en 2022, según Consensus. Mientras, la inflación interanual se situó en 5.1 % en el mes de enero, la más alta en la historia de este bloque de países. Si bien la tasa de depósitos overnight permanece en -0.50 % anual, el Banco Central Europeo anunció que finalizaría en marzo de 2022 el programa de compra de activos financieros por la pandemia y se prevén incrementos en la tasa de referencia durante el segundo semestre del año.
Para América Latina, las perspectivas apuntan a una expansión más moderada en 2022, estimándose que el crecimiento pasaría de 6.6 % en 2021 a 2.1 % en 2022, de acuerdo a Consensus. Ante las elevadas presiones inflacionarias que enfrentan los países de la región, casi todos los bancos centrales iniciaron en 2021 un ciclo de incrementos de sus tasas de referencia, como es el caso de Brasil (875 puntos básicos), Chile (500 puntos básicos), Paraguay (500 puntos básicos), Argentina (450 puntos básicos), Perú (325 puntos básicos), Uruguay (275 puntos básicos), Colombia (225 puntos básicos), México (175 puntos básicos) y Costa Rica (100 puntos básicos).
Con relación a las materias primas, el precio del barril del petróleo intermedio de Texas (WTI) ha registrado incrementos importantes en los últimos días del mes, al pasar de un promedio de US$83 durante enero de 2022 a cotizarse por encima de US$95 por barril al cierre de febrero, reflejando el panorama internacional más convulso y las limitaciones en la producción mundial del crudo. De igual forma, los precios internacionales de bienes primarios alimenticios, como maíz, trigo y soya, han vuelto a aumentar durante los meses recientes. En tanto, el precio del oro se ha incrementado hasta situarse en torno a los US$1,900 por onza troy, al ser utilizado como reserva de valor en un escenario de mayor incertidumbre.
En el entorno doméstico, el proceso de recuperación de la demanda agregada se ha afianzado, resaltándose el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real durante el año 2021 de 12.3 %, equivalente a una expansión de 4.7 % con relación al año 2019, siendo el crecimiento más alto de América Latina cuando se compara con el período de la pre-pandemia, según las estimaciones del FMI. El impulso de la economía dominicana se ha mantenido, al registrarse una expansión interanual en el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) de 6.3 % durante enero de 2022, en línea con el crecimiento proyectado para el cierre del presente año en torno a 5.5 % – 6.0 %, ligeramente por encima de su crecimiento potencial. Estas perspectivas positivas para la economía dominicana están apoyadas en el impulso de la demanda interna, la recuperación del turismo y el buen desempeño del resto de actividades generadoras de divisas.
Asimismo, el crédito al sector privado en moneda nacional mantiene su dinamismo al expandirse de forma interanual en torno a 12 % en el mes de febrero, especialmente a través del financiamiento para adquisición de viviendas, así como a los sectores agropecuario, manufactura, comercio y construcción. Por otro lado, se destaca el proceso de consolidación de las finanzas públicas durante el año 2021 y las mayores recaudaciones con relación a lo estimado; que han otorgado el espacio necesario para la reactivación del gasto de capital y para aplicar medidas orientadas a mitigar el impacto de los mayores precios de los commodities sobre la producción nacional y los hogares, especialmente los más vulnerables.
En el sector externo, continúa el buen desempeño de las exportaciones y la inversión extranjera directa; así como de las remesas, las cuales alcanzaron US$759.3 millones en enero y se estima que superarían nueva vez los US$700 millones en el mes de febrero, por encima del promedio pre-pandemia. Las reservas internacionales se mantienen en niveles históricamente altos, en torno a los US$ 14,800 millones, equivalentes a 14.9 % del PIB y 7.2 meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el FMI. Estos factores han favorecido la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una apreciación interanual superior al 5 % al cierre de febrero que, junto a las medidas adoptadas para la normalización monetaria, contribuiría a contrarrestar las presiones inflacionarias de origen externo.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos. En ese sentido, se mantendrá dando especial seguimiento al entorno macroeconómico y a la evolución de las presiones inflacionarias, con el propósito de adoptar medidas adicionales ante factores que puedan poner en riesgo la estabilidad de precios.