Santo Domingo, RD.-. En su reunión de política monetaria del mes de marzo de 2021, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 3.00 % anual. De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 3.50 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) en 2.50 % anual.
La decisión sobre la tasa de referencia se basa en el análisis exhaustivo del impacto del COVID-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en febrero fue de 0.68 %, mientras que la inflación interanual asociada a la serie analítica de la nueva base (octubre 2019- septiembre 2020), que es la más relevante para las decisiones de política monetaria, se ubicó en 6.30 % en febrero de 2021.
Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta básica, alcanzó 5.36 % en febrero 2021. La dinámica reciente de la inflación ha estado influenciada por choques de costos como resultado de incrementos en los precios de insumos alimenticios importados, como trigo, sorgo, soya y maíz, así como de mayores precios internacionales del petróleo.
Es importante señalar que, debido a estos factores exógenos, el sistema de pronósticos del BCRD indica que la inflación se ubicaría de forma transitoria por encima del límite superior de la meta de 4.0 % ± 1.0 % durante los próximos meses, para luego retornar de forma gradual al rango meta durante la segunda mitad del año.
Estas proyecciones de inflación, las expectativas de los agentes económicos ancladas a la meta y la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos otorgan el espacio suficiente para que el Banco Central continúe implementando medidas de estímulo monetario, en caso de que las condiciones macroeconómicas lo ameriten, con el propósito de mantener el apoyo al proceso de reactivación económica.
En el entorno internacional, a pesar del complejo panorama asociado al COVID-19, se han logrado avances importantes en los procesos de vacunación de múltiples países, contribuyendo a perspectivas de crecimiento mundial más positivas. En ese sentido, Consensus Forecasts ha revisado nuevamente al alza los pronósticos de crecimiento global para 2021 hasta 5.3 %, proyectándose una recuperación en la producción mundial más rápida de lo previsto.
En Estados Unidos de América (EUA), nuestro principal socio comercial, las perspectivas para 2021 son cada vez más optimistas, apuntando a una expansión en EUA de 5.7 % según Consensus. Por otro lado, la Reserva Federal proyecta una expansión de 6.5% para este año y prevé que mantendría la tasa de fondos federales en el rango de 0.0 % y 0.25 % anual hasta el 2023, a la vez que continuaría con programas de flexibilización cuantitativa para incentivar el crédito privado.
Adicionalmente, la administración del presidente Joseph Biden ha puesto en marcha un nuevo plan de alivio económico por US$1.9 billones, particularmente para los hogares y las MIPYMES, que contribuiría con la recuperación más rápida de la economía estadounidense.
En cuanto a la Zona Euro, se espera una recuperación más gradual, con una expansión proyectada de 4.3 % para 2021, influenciada por la reimposición de medidas de restricción a la movilidad y un ritmo de vacunación más lento de lo esperado. Frente a esta coyuntura, el Banco Central Europeo mantiene la tasa de depósitos de corto plazo (Overnight) en -0.50 % anual, mientras implementa medidas de provisión de liquidez a través de la compra de títulos públicos y privados en el mercado secundario, así como operaciones de refinanciamiento de largo plazo.
En América Latina, las previsiones de Consensus Forecasts apuntan a una expansión de 4.5 % en 2021 para la región. En este contexto, los bancos centrales mantienen bajas sus tasas de política monetaria y continúan implementando paquetes significativos de provisión de liquidez y de financiamiento al sector privado.
Con relación a las materias primas, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) se situó en torno a US$63 dólares el barril en promedio durante marzo, sosteniendo la tendencia al alza asociada a una mayor demanda mundial y a la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) de mantener límites a su producción.
Asimismo, se han registrado incrementos significativos en los precios internacionales de los alimentos, influenciados por una mayor demanda por parte de economías emergentes de gran tamaño. Por otro lado, el precio del oro se mantiene elevado al ser utilizado como refugio de valor, promediando en marzo US$ 1,720 dólares por onza troy, lo que beneficia a la República Dominicana a través del incremento de las exportaciones de este metal.
En el entorno doméstico, se ha afianzado el proceso de recuperación de la economía dominicana, destacándose el crecimiento del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) de 1.1 % durante el mes de febrero, la primera variación interanual positiva desde inicios de la pandemia en marzo de 2020. Es importante señalar que este resultado estuvo influenciado por el dinamismo de importantes sectores productivos como Construcción, Manufactura Local, Comercio y Minería, entre otros. Hacia adelante, se proyecta que la actividad económica aceleraría el ritmo de crecimiento con una expansión que podría ubicarse en torno a 5.5 % – 6.0 %, de acuerdo con los modelos de pronósticos del Banco Central.
Estas perspectivas favorables para la economía dominicana son consistentes con lo publicado recientemente por Moody’s, una de las agencias calificadoras de riesgo más importantes a nivel mundial, de un crecimiento esperado de 6.0 % para 2021, así como con las proyecciones más actualizadas del Banco Mundial y de Consensus Forecast de una expansión para este año de 5.5 % y 5.2 %, respectivamente. El repunte previsto de la economía estaría apoyado en mejores perspectivas de la actividad mundial, junto al esfuerzo coordinado de las políticas monetaria y fiscal para dinamizar la demanda interna e impulsar la recuperación de los sectores productivos.
En efecto, el Banco Central ha implementado un programa de estímulo monetario a través de la reducción en 150 puntos básicos en la tasa de política monetaria desde marzo y medidas para incentivar el crédito al sector privado. En particular, se han dispuesto facilidades de liquidez en moneda nacional por unos RD$ 215 mil millones (cerca de 5 % del Producto Interno Bruto), con el objetivo de fomentar el financiamiento y las reestructuraciones de deuda de los hogares y los sectores productivos, habiéndose canalizado a través de los intermediarios financieros unos 83 mil préstamos. Como resultado de las medidas monetarias, se ha registrado una reducción de alrededor de 400 puntos básicos en la tasa de interés activa promedio ponderado de los bancos múltiples, mientras que los préstamos privados en moneda nacional se expanden en torno a 9 % interanual al cierre de marzo, continuando como una de las tasas de crecimiento más altas de la región.
Por otro lado, se mantiene la tendencia positiva en las recaudaciones tributarias, a la vez que la política fiscal implementa medidas para relanzar la economía. En particular, el Gobierno ha puesto en marcha distintos planes de apoyo a los sectores productivos, tales como el turismo, la agricultura, la industria y las exportaciones, además del inicio de importantes proyectos de inversión pública. Este incremento esperado en el gasto de capital, junto a las medidas de estímulo monetario y al avance en los planes de vacunación, deberán contribuir a una mayor reactivación de la actividad económica en los próximos trimestres.
En el sector externo, se mantiene el alto dinamismo de las remesas familiares que crecieron en torno a 30% en los primeros dos meses y la recuperación de las exportaciones. Durante 2021, las actividades del sector externo se verán beneficiadas por el repunte de la economía de EUA y por la ampliación de las medidas de estímulo fiscal que están siendo implementadas en ese país. Los niveles de reservas internacionales se mantienen elevados, en torno a los US$ 12 mil millones, equivalentes a una cobertura de aproximadamente 15 % del PIB y unos 7.5 meses de importaciones, superiores a las métricas recomendadas internacionalmente. Esta posición fuerte de reservas y la mejoría en el flujo de divisas han contribuido a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, reflejada en una ausencia de presiones en el mercado cambiario durante los meses recientes.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos. En ese sentido, la institución se mantendrá dando especial seguimiento al impacto del COVID-19 sobre la economía dominicana, encontrándose preparada para continuar reaccionando de forma oportuna ante factores que puedan poner en riesgo el objetivo de inflación y afectar la estabilidad macroeconómica.