En el informe, de 45 páginas, dado a conocer por la OEA en la noche de este martes, la entidad determinó que las fallas en el sistema se produjeron por errores cometidos por los técnicos de la dirección de Informática de la JCE y no por ataques externos al software.
La Organización de Estados Americanos (OEA), presentó su informe sobre las fallidas elecciones del pasado 16 de febrero, tras la realización de la auditoria a los equipos del voto automatizado.
La OEA indica que una vez concluidas las tareas de auditoría en campo y las entrevistas, se analizaron los resultados obtenidos, así como los indicios y evidencias que surgieron de la investigación, pudiendo concluir que no se hallaron indicios de sabotaje.
Señala que luego de analizar los antecedentes, los registros de auditoría especiales, configuraciones, control perimetral e informes de seguridad, tampoco se hallaron evidencias de ataques externos.
De igual forma sostiene, que las fallas que presentaron los equipos, donde no subían las boletas electorales, obligando al retraso para ejercer el sufragio en muchos centros de votación “no es compatible con un intento de fraude, por lo que se descarta tal intencionalidad”.
El 21 de febrero de 2020, la JCE solicitó a la OEA, mediante comunicación la conformación de un grupo de expertos para auditar el sistema del voto automatizado implementado en las suspendidas elecciones municipales.
El pedido fue aceptado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, lo que permitió que se iniciaran la labor de estudios a los equipos.
Para esta auditoria se tomaron de manera aleatoria 80 equipos del voto automatizado de las elecciones del 16 de febrero.
A casi dos meses después de que la Junta Central Electoral (JCE) decidiera suspender las elecciones municipales ordinarias por las fallas presentadas en la mayoría de los equipos del voto automatizado, pautados a utilizarse en 18 demarcaciones del país, incluido el Distrito Nacional, la Organización de Estados Americanos (OEA), dió a conocer los resultados de la auditoría técnica para identificar la causa de los problemas que provocaron la suspensión de esos comicios.
En el informe, de 45 páginas, dado a conocer por la OEA en la noche de este martes, la entidad determinó que las fallas en el sistema se produjeron por errores cometidos por los técnicos de la dirección de Informática de la JCE y no por ataques externos al software.
En el primer punto de las conclusiones de la investigación, la OEA explica que la ejecución de un proceso de personalización de urnas «carente de un adecuado control de integridad» de la información (debido a un defecto del software), es la causa raíz del primer incidente, el cual fue que la boleta electrónica no cargó por completo en el sistema y eso desencadenó en la suspensión del torneo Electoral.
«El defecto no se detectó durante la fase de prueba, debido a que no se realizó un adecuado testing del software. Ya durante la personalización de las urnas, se materializó la falla, puesto que al no contar con el control de integridad, dicho proceso permitió personalizar urnas con la oferta electoral incompleta (no incluía a todos los candidatos). Es por esta razón que el día de las elecciones muchos equipos no contaban con todos los candidatos en el sistema», explica el documento.
La OEA también dijo que no se hizo un control de calidad antes del despliegue, lo que hubiese permitido detectar la falla oportunamente antes que se enviasen los equipos a los recintos.
El punto seis de dicho informe, señala que el inicio de la votación con la oferta electoral incorrecta en un grupo importante de colegios electorales demostró una «falta de coordinación» del personal a cargo del operativo y una deficiente estrategia de mitigación.
«El limitado porcentaje de colegios electorales que logró iniciar la votación correctamente (sin fallas), sumado a los pocos que pudieron remediar la oferta electoral e iniciar posteriormente, dejó expuesta la incapacidad técnica de mitigar la falla en la totalidad de las urnas ante las situaciones planteadas», detalla el informe.
La OEA también determinó que fue un «error» de los partidos en pensar que esos problemas podrían ser resueltos entre las cinco y las siete de la mañana de ese domingo 16 de febrero.
«Esto tampoco es una explicación para la inexistencia de un plan de pruebas (testing) adecuado, que pudo haber detectado la falla a tiempo y, así, evitar esta situación inédita para el país», señala.