POR ROSMARIE PÉREZ

Hay procesos en nuestras vidas que son tan fuertes que nos deshacen completamente, que por más que intentamos levantarnos, nos quebramos irremediablemente, hasta el punto que perdemos toda esperanza de querer continuar…..

Es un quiebre interior, en lo más profundo de nuestros corazones que entristece nuestras almas.

Es un cúmulo de procesos, procesos de quiebras económicas, de no avanzar por más que lo intentamos, de rechazos, traiciones, de querer dar lo mejor de nosotros mismos, de sacrificios por personas que al final sin nosotros poder entender nos odian y pagan mal.

Y si, este quiebre no sucede en poco tiempo, son años de intentos fallidos, de querer lograr ese negocio tan deseado, son años de sacrificios tratando de dar lo mejor de nosotros mismos, de hacer lo correcto, de pagar bien por mal porque no queremos perder nuestra esencia, para al final llegar a un camino sin salida donde el desaliento y la soledad se hacen cita.

Lo peor es darse cuenta, que esas personas a la que nosotros hemos amado tanto, por las que nos hemos tragado el orgullo una y otra vez para no perderlas, son personas completamente desconocidas para nosotros, que no les importamos nada y lo peor es, que nos cambian por cualquier otra persona como se cambia de un par de zapato a otro.

Muchos caemos en depresiones profundas, vamos perdiendo la sonrisa hasta llegar a quedar en solo una mueca, nos comenzamos a descuidar y todo deja de tener sentido porque hasta el seguir viviendo pierde importancia para nosotros.

Pero es ahí donde hoy quiero hablarle a ese corazón desde esta plataforma, como seguidora de Cristo tengo muy claro que el único que nos da la vida es el que puede quitárnosla y ese es Dios, nuestro Padre.

Todo aquel que atente contra su vida y la pierde va directamente al infierno, entonces te pregunto, has pasado por una vida de dolor en esta tierra y quieres entregarle tu alma al enemigo y vivir una vida eterna de dolor?
No, no lo creo.

Por eso hoy vengo a decirte, Vivirás y No Morirás…….y esto es una decisión…..

Una determinación que debes tomar tú
mismo/a cada día de tú vida, porque si, has vivido mucho dolor, has pasado por muchos quebrantos y dificultades, si, nada quiere funcionar, has dado lo mejor de ti y nadie ni lo aprecia ni lo ve, si, has sido rechazado/a, si, te traicionaron, te pagaron mal, pero nada de esto vale que sigas en el piso sin querer vivir.

Nada de esto vale que pierdas tus sueños y deseos de ser feliz, solo porque un grupo de gente incorrecta en tú vida te ha hecho sentir por demasiado tiempo como sino fueras nadie y que todo lo que haces está mal… no te dejes convencer …eres especial, una pieza hecha por las manos de Dios y solo el que te creo conoce tú valor.

Vivirás y No morirás….dilo…decláralo, te lo debes a ti mismo/a, tienes talentos y dones tan especiales que Dios ha colocado en tú interior que debes descubrir, los cuales deben manifestarse para que brilles más en este mundo, donde los celos y la envidia abundan, donde a lo malo le dicen que es bueno, y viceversa.

Hay un profeta que fue muy usado por Dios que también perdió el deseo de vivir, se deprimió, se aisló en una cueva y no quería seguir viviendo, pero Dios quien nos ama tanto, le mando ángeles para que lo alimentaran en el camino a la cueva y luego el mismo Dios tuvo que presentársele para sacarlo de ese estado, 1 Reyes 19:1-18.

Hoy Dios me manda a mi a decirte, “ levántate , largo camino te resta”, 1 Reyes 19:7, así que sacúdete la tristeza, el desánimo y vuelve a creer que lo lograrás, que tus sueños se cumplirán, que avanzaras en victoria, pero ahora lo harás para ti mismo, no por nadie más, lo que hagas de ahora en adelante es porque mereces cumplir tus sueños y ser todo lo que Dios soñó que fueras.

Grítalo….Viviré y No moriré porque Dios es y será mi Guía…..porque soy alguien especial, hecho por Dios a su imagen y semejanza para ser más que vencedor, pero sobre todo viviré para contar de las grandezas que Dios hará en mi vida……

Bendiciones

1 Reyes 19:6-8
Reina-Valera 1960

6 Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. 7 Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. 8 Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.