Esta semana quiero dar alimento de águila a tantas personas que en este momento están pasando por procesos tan difíciles que han provocado que caigan sin fuerzas y cansados de tanto luchar, esperando las promesas de Dios.

También para aquellos a los que el enemigo los ha engañado robándoles su identidad, ó a los que le han querido obligar a usar otras vestiduras que no les pertenecen.

Quiero inspirar usando el águila porque es un símbolo de valentía e inspiración espiritual, el Señor en Isaías 40:31 nos alienta y nos dice que nos dará nuevas fuerzas como al águila a aquellos que aprendamos a esperar en Él.

El águila vive aproximadamente 70 años pero para lograrlo más o menos a los 40, tiene que tomar una dura decisión, dejarse morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará unos ciento cincuenta días.

La razón de esto, es que sus uñas están demasiado largas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo, se curva, apuntando a su pecho, sus alas están envejecidas y pesadas por el grosor de sus plumas.

Volar es una tarea demasiado difícil para ella por lo que tendrá que subir a una peña bien alta en una montaña y comenzar a golpear su pico contra la roca para desprenderse de el, cuando este le vuelve a nacer se arranca una a una sus uñas, para que cuando estas nazcan de nuevo poder quitarse todas sus plumas.

Es un proceso muy doloroso pero necesario para poder vivir más tiempo, así como el águila muchos de nosotros, el Señor ha tenido que entrarnos en procesos de cambios y transformación para poder quitar esa identidad adquirida que no es nuestra ó para quitar todo aquello que nos está impidiendo avanzar.

Ha querido sanarnos interiormente sacando cosas escondidas de nuestro corazón que con el tiempo nos harían daño, transformando actitudes que sólo cortarían e impedirían que seamos todo lo que Él soñó que fuéramos.

Estos procesos necesitan tiempo para que el Señor vaya ayudándonos a identificar las áreas de nuestras vidas que debemos voluntariamente entregárselas a Él para que sean transformadas, quitándonos todo aquello que nos haría daño en nuestras vidas si El las dejara, deshaciendo nuestro yo interno para que el orgullo, la soberbia y la poca dependencia de Dios sea desarraigada de nuestras vidas.

Y así como al águila el Señor en estos tiempos nos aísla, comenzamos a sentir que nadie se preocupa por nosotros, los que ayudamos de alguna manera se desaparecen, nadie nos llama ni busca y pareciera que no le dolemos a nadie y no es así, es el mismo Dios que provoca esto, para que nos volvamos dependientes de Él y lo busquemos con todo nuestro corazón.

Este tiempo es para intimar con Él y ser procesados en áreas en las que necesitamos urgentemente un cambio, de ello depende que podamos continuar en los caminos de Dios y su duración dependerá de que tan rápido aceptemos nuestros pecados y errores, de que tanto intimemos con Dios para que podamos conocer sus designios y promesas para nuestras vidas.

El Señor quitará actitudes, rencores, malas enseñanzas, pecados, cosas materiales y hasta personas, todo dependerá de que tan rápido nosotros reconozcamos nuestra necesidad de Dios, pero te puedo asegurar que nada de lo que se lleve podrá compararse con todas las bendiciones que Él te dará.

Estos procesos debemos pasarlos sólo con Dios porque al estar tan vulnerables, muchas personas querrán aprovechar esta situación para señalar nuestras debilidades, vivir culpándonos por aquello ó por esto e inclusive hasta regodearse de nuestras caídas como si ellos lo hubieran predicho y estuviera sucediendo tal como ellos lo habían dicho.

En la Biblia el ejemplo de esto son los amigos de Job que desde el capítulo 4 hasta el 37 podemos ver todo el argumento que usan para hacer que él entienda que todo lo que le aconteció fue su culpa y que él se lo buscó, estos eran hombres supuestamente llenos de Dios pero la ira de Dios se enciende contra ellos y les dice que ninguno ha hablado de Él como lo hizo su siervo Job.

Job 42:7

Otros querrán aprovechar este tiempo de vulnerabilidad que tenemos para hacernos creer que no somos águilas sino un pollo, para ponernos en un corral para que vayamos con el grupo, estableciendo donde debemos estar, que hacer, que decir y ser alimentados todo el tiempo por ellos.

Para que mantengamos las cabezas hacia abajo, haciéndonos creer que somos malos predicadores, que Dios no nos dijo nada, que nos equivocamos, usando nuestros procesos para ventilarlos tanto a nuestras espaldas como en el púlpito, para hacernos sentir que no hay nada especial de Dios en nosotros cuando es todo lo contrario.

Pero por más que quieran colocarle a un águila la mentalidad de pollo y lo estén convenciendo por lo duro y extenso del proceso, cuando un águila escucha el chillido de otra levantará inmediatamente la cabeza y reconocerá entonces su verdadera identidad, entenderá que no puede seguir en el corral siendo restringido y alimentado todo el tiempo, su naturaleza resurgirá en su interior y sabrá que nació para las alturas y no para vivir comiendo gusanos en el lodo.

En una ocasión al Rey David le quisieron colocar una armadura que no le pertenecía para que peleara contra Goliat (1 Samuel 17:38) pero David no aceptó, el derribó al gigante con sus ropas usando una piedra porque el Dios Santo de Israel estaba con él.

Lo que tenemos de Dios no operará en las vestiduras que nos quieran dar los hombres sino solamente en las que el Señor nos ha dado, por más insignificante y vergonzoso que para muchos sea, Dios se glorificará con la identidad que ya ha puesto en nuestro interior, no te avergüences de ella porque sólo usándola, siendo tú, Dios se manifestará con Gloria y Poder.

Hoy vengo a decirte de parte de Dios que no permitas que tus pocas fuerzas te hagan creer que Él se apartó de ti, que no se cumplirán sus promesas, no le creas las mentiras del diablo que quiere hacerte creer que Dios no te dijo nada, que nada sucederá, no permitas que te convenzan de usar otra vestidura diferente a la que Dios te entregó sólo para encajar con el grupo ó ser aceptado, no elijas devolverte por lo difícil del proceso porque eso no le agradaría al Señor.

El proceso ha sido fuerte por lo grande que Dios te entregará, Él te ha estado preparando, quitando todo aquello que no es de su agrado, Él sabe que te duele pero es necesario para que seas transformado/a y puedas recibir lo que te entregará, NO TE RINDAS… ÉL CUMPLIRÁ…

Hoy vengo con alimento espiritual para que tengas nuevas fuerzas y puedas seguir avanzando, entre más grande es la guerra más grande es la victoria.

Dios no permitirá nada en tú vida de lo cual no seas capaz de enfrentar, recuerda, naciste para las alturas no para estar en el suelo así que en este momento recibe nuevas fuerzas, abre tus ojos espirituales y extiende tus alas para que puedas volar porque las alturas te esperan…eres águila….

Bendiciones

Isaías 40:31

Reina-Valera 1960

31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.