Por: Nassim José Alemany
Diez años atrás, si uno salía de viajes y necesitaba alojamiento, tenía básicamente dos opciones para encontrarlo: contactaba directamente a los hoteles del destino o hacía esas gestiones a través de una agencia de viajes, quienes también podrían tener alguna otra oferta complementaria a los hoteles tradicionales.
En la última década, gracias al desarrollo tecnológico y a la penetración del internet, ha surgido un modelo de negocios que le brinda a los usuarios una nueva opción de alojamiento.
Plataformas en línea como Airbnb y Homeaway les permiten a los dueños de unidades de alojamiento promocionar sus propiedades en sus sistemas, y a los usuarios reservar directamente a través de ellas. Esto produjo una apertura en la oferta de alojamiento tradicional, ya que ahora se rentan casas completas, apartamentos, habitaciones individuales, y muchos otros formatos de alquiler de acuerdo a la necesidad de los mercados.
El nivel de adopción de este formato de alquiler de alojamiento ha crecido de manera exponencial en las principales ciudades del mundo, y en los últimos dos años se ha popularizado en el país.
Si tomamos la ciudad de Santo Domingo como ejemplo, al mes de septiembre de este año habían más de 2,200 unidades de renta disponibles en línea, de las cuales la mayoría se encontraban en la plataforma de Airbnb. De ese total, casi dos tercios corresponde a unidades para alquiler de la propiedad completa, tanto de casas como de apartamentos. El tercio restante se alquila en habitaciones privadas, ubicadas dentro de una propiedad más grande. Menos de un 1% de los alquileres se hacen en habitaciones compartidas.
Si bien las unidades están distribuidas en todo el territorio de la ciudad, las unidades para renta completa tienen una concentración mayor en Piantini y la Ciudad Colonial. La renta de habitaciones privadas se concentra principalmente en la Ciudad Colonial.
Más del 90% de los huéspedes de estas propiedades son extranjeros, y la mayoría vienen desde Nueva York, Miami y Atlanta.
Como se aprecia en el gráfico, dos años atrás, este mercado de alojamiento virtual movía US$180 mil mensuales en renta. Para este mes de noviembre, con el crecimiento que ha tenido en los últimos 12 meses, estimamos que supere US$1 millón en alquileres mensuales con las unidades de Santo Domingo.
Si bien ese número es relevante, pensemos en que la oferta disponible en los principales puntos turísticos del país, especialmente en la zona este y norte de la isla, son muy superiores a los de Santo Domingo.
