Por: Rosmarie Pérez
Nadie en la vida se imagina que por más difícil que sean nuestras tribulaciones, llegará un momento de total oscuridad, nadie ni siquiera piensa que las personas que Ama la pueden abandonar ó que nadie crea en lo que Dios ha puesto en uno, ó que podemos caer en el peor de los pecados en el momento de mayor debilidad en nuestras vidas.
Y todo esto, sin mencionar la ausencia de recursos, los enemigos que se levantan, las personas que nos juzgan y critican sin compasión, creyéndose los más justos y rectos, esa soledad que entra en nuestro interior y nos arropa, la confusión que atrapa nuestras mentes sin entender lo que el Señor está haciendo y sin comprender que si estamos haciendo su voluntad nada pasa, en medio de este momento de oscuridad, solo hay silencio y esperando una respuesta solo escuchamos la voz del Señor que nos dice «confía en mí ….yo te daré la victoria..»
En la biblia el salmista David pasó por estos momentos de oscuridad terribles que pudieron derribarlo y hacerlo caer en el hoyo de la desesperación, en la suciedad del pecado, en una oscuridad terrible donde no había nadie más con él, en que lo perseguían, en que lo acusaban injustamente, en momentos en que pecó deliberadamente y aun sabiendo que lo que hacía estaba mal, pero con una certeza clara que por más terrible que fuera su vida el Señor siempre estaba ahí, Él no se apartaba , No lo dejaba, No lo Abandonaba .
Y es que en este momento, solo están el enemigo para acusarnos y Dios para amarnos, el enemigo para reírse de nosotros y acusarnos delante de Dios, para hacernos sentir la peor cosa en este mundo y Dios para decirnos que nos ama, que nos levantemos, que nos arrepintamos de nuestros malos caminos y volvamos a su lado.
Para David fueron momentos terribles que en sus salmos hace referencia de lo que se siente estar en la oscuridad, en lo vil o sucio que uno se puede sentir cuando cae en el pecado, en ese terrible momento en que somos señalados, injuriados, perseguidos por aquellos que determinan en un momento ser nuestros jueces, nuestros verdugos.
Pero lo que sí está claro es que David entendió que a pesar de lo terrible que fuera lo que él había hecho o lo terrible de estar en ese hoyo de oscuridad, el Señor no se apartaba, no lo dejaba y no lo dejaría nunca.
David pudo conocer al Dios que lo amaba a pesar de sus faltas, a pesar de que pecaba, a pesar de sus debilidades y errores, David conoció a ese Dios que no se apartaba de él, aún en medio de su inmundicias, de la suciedad de sus pecados, en medio de la oscuridad de saberse que estaba sucio por el pecado que había cometido.
Por eso en el Salmos 51: 7 le dice «Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve», y aunque en momentos sentía que lo había abandonado por la angustia que sentía, David pudo entender que aún en su momento más oscuro, Dios estaba con él y nunca lo abandonaría.
En nuestro caminar con Dios tendremos momentos de total oscuridad, en que nada parece que funciona, en que por más que lo intentemos nada parece suceder, en que tendremos que vivir el abandono y la soledad de los que amamos y de aquellos en los que creíamos o apoyamos en sus momentos de oscuridad.
Pasaremos por momentos tan terribles de oscuridad por haber pecado delante del Dios que amamos y que en un momento llegamos hasta decir que lo amábamos más que nuestras propias vidas, pero que en el momento de demostrarle nuestra lealtad le fallamos sin detenernos a pensar lo mucho que le dolería a El nuestra caída.
Hoy sin embargo vengo a decirte que Él te eligió sabiendo que ibas a fallar, aun conociendo tus debilidades y errores, aun así te eligió y tiene su confianza puesta en ti de que con la ayuda de Él podrás atravesar ese momento de oscuridad y al final podrás entender que si Él lo permitió solo fue para que dependieras más de Él y comprendieras que fuera de Él no hay nadie que te Ame más y sobre todo y lo más importante que no te dejó en ese momento ni te dejará nunca.
Así que hoy ten la confianza de que saldrás de este momento de oscuridad y que te levantarás con nuevas fuerzas y con una nueva autoridad sobre aquello que en un momento fue tú peor caída y tú peor momento.
Y por último, quiero dejar esto en tú corazón, que hasta lo peor que puedes haber hecho ó pasado, Dios lo convertirá en una herramienta para bendecirte y seas de bendición para otros, y quizás pensarás, cómo es posible que un pecado o una situación tan mala puede convertirla en una bendición?.
Y yo te responderé, es que servimos al Dios de los imposibles y lo que tú ves como algo terrible, Él lo ve como algo parte de su plan y propósito para tú vida, así que levántate y resplandece, porque después de todo esto, verás su luz brillando sobre ti y a través de ti y Él te usará como su instrumento para liberar a otros de la oscuridad de sus pecados porque Él puso dentro de ti un espíritu de valentía que por más que el enemigo quiera dañarte no lo podrá lograr, te levantarás y serás más fuerte que antes y las tinieblas tendrán que retroceder y dar paso a la luz que está en ti!
Bendiciones
Rosmarie Pérez.
Salmos 40:2-3 Nueva Versión Internacional (NVI)
Me sacó de la fosa de la muerte,
del lodo y del pantano; puso mis
pies sobre una roca, y me plantó
en terreno firme.
Puso en mis labios un cántico
nuevo, un himno de alabanza
a nuestro Dios.
Al ver esto, muchos tuvieron
Miedo y pusieron su confianza
en el Señor.