Por Emiliano Reyes Espejo
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La discusión estalló en pleno parque del pueblo. La disputa era cada vez más acalorada y la gente esperó un rebú de “marca mayor”, un desastre, un pleito que pudo terminar a trompadas, a pedradas, machetazos o a puñaladas.
-Aquí no se sabe en qué terminará todo esto”, advertía la gente.
-“Estos dos van a acabar matándose si siguen la discusión”, comentaban.
Los bares se apagaron, el cura suspendió la misa y toda la gente del pueblo comenzó a subir para el parque para no perderse la disputa.
-“Se armó una discusión entre Culampión y La Gevena en el parque. Nadie sabe en qué pararán las cosas”- corrió la voz entre los pueblerinos.
El maestro de música Arturo Méndez no quiso perderse el acontecimiento. Suspendió los ensayos de la banda municipal ubicada al lado del parque y se trasladó al lugar con todos los músicos. Cheo, Armando Osvaldo, Melton, José Reyes, Momento y otros jóvenes estudiantes de música les acompañaron. Cargaron sus instrumentos para el parque. No querían, tampoco, perderse la esperada reyerta.
Cuentan que Cheo Zorrilla, Armando Olivero y Momento se echaron el piano en sus hombros; Osvaldo Santana llevaba un trombón de vara, Milton, Moisés, José Reyes y Melton Pineda fueron con sus trompetas, mientras Ramón afinaba su saxofón. Aquello era un pandemónium. Todos estos aprendices de músicos sonando desafinados todos estos instrumentos. Y en eso me aparecí tocando el redoblante, la más vil forma de completar el jolgorio.
Todo el mundo quiso estar ahí y ver el desenlace. El padre Camilo oraba para que Dios intervenga y evite un trágico final de la acalorada bronca. –Yo he caminado por varias parroquias del Sur y no había visto algo igual.
Culampión, hombre de más de seis pies, cara de mala gente y de arma a tomar, y siempre acompañado de un filoso machete, discutía con La Gevena, un orate de poco escrúpulo gastronómico que le importaba comer lo que sea y donde lo encontrara, ya que su fin era comer. –“Ese come hasta gallina muerta que encuentre en la basura”, se especulaba entre pueblerinos.
Cuentan que la disputa comenzó cuando Culampión, conocido apostador de “vironay”, bingo, cartas o barajas, dados, “La colorá” y todo tipo de juegos que se practicaban en la ilegalidad, leyó en voz alta una noticia que apareció destacada en un periódico de circulación nacional. La Gevena –craso error-lo mandó a callarse la boca:
-“Dice el diario que aquí hay “un tesoro”… y urgen que el Estado realice un estudio sociológico acerca de Tamayo. Ven que este municipio es único que ha aportado dos premios nacionales en la historia de los municipios del país”.
-“Oíste La Gevena, escuchaste lo que dice el periódico, eso es para que no siga hablando “ñeca” de este pueblo”, expresó Culampión.
-“Todo eso es mentira-ripostó La Gevena- Seguramente eso lo mandó a publicar alguien que quiere ser síndico”.
-“Mira hombre del diablo ¿es que tú eres loco? Escucha lo que dice la noticia y después hablas”, insistió Culampión: -Escucha, escucha, maldito loco.
“Un grupo de profesionales de Tamayo urgió al Estado, especialmente a los funcionarios del nuevo gobierno, que realice un estudio sociológico que determine las causas del inusitado fenómeno psicosocial que acontece en este municipio. Expresan que de aquí surgen los talentos “como verdolagas”, sin que existan las mejores condiciones.
Abogaron por que “se adopten políticas que permitan aprovechar al máximo el caudal de talentos que se produce en esta demarcación, pese a las precariedades que se vive en esta zona del Sur del país”.
Consideraron que esto no ocurre por casualidad.
Destacaron que solo del municipio de Tamayo han salido en los últimos años laureados artistas, atletas y profesionales, y destacan los casos específicos de dos premios nacionales, el Premio Nacional de Literatura 2019, doctor Manuel Antonio Matos Moquete y el Premio Nacional de Periodismo, licenciado Osvaldo Santana, actual director del periódico El Caribe.
Esta pequeña comunidad ha aportado, además, al ganador de medalla de oro en los Juegos Panamericanos 2019, el gimnasta Audrys Nin Reyes.
Señalan que no se ha realizado aún una investigación científica que explique el origen de este increíble fenómeno.
-“Ningún municipio ha hecho un aporte tan trascendente al país en tan poco tiempo”, sostienen.
Se cree que esto viene de “los lodos” que arrastran las crecidas de aguas del río Yaque del Sur que abonan las tierras con elementos químicos, entre ellos el fósforo, uno de los principales nutrientes del cerebro humano. Explican que en estos terrenos incluso se producen los mejores plátanos (plátanos barahoneros) y las más dulces frutas del país.
-“Todo esto ocurre pese a este municipio ser abandonado “a su suerte”. Y que igualmente ha sido devastado en más de una oportunidad por la inclemencia de la naturaleza, con inundaciones que han amenazado su existencia, como fue el caso del huracán Georges que lo devastó en septiembre de 1998”, reseñaron.
Indicaron que del “otrora apacible terruño” han salido además talentos de la talla del cantautor de reconocimiento internacional Cheo Zorrilla, primer dominicano en ingresar en la Academia de la Música de Latinoamérica. También, el cantautor de música cristiana Enrique Féliz, el laureado músico, arreglista y compositor Armando Olivero, el fenecido merenguero Benny Sadel, el cantautor Fernando Arias, el actor y compositor Rento Arias, este último presente en numerosos anuncios publicitarios y filmaciones de películas.
Igualmente, atletas del nivel de Héctor Romero, miembro del Pabellón del Deporte del Voleibol, y de Quico Zorrilla, destacado voleibolista que falleció en su juventud.
Asimismo, profesionales de la talla de Plinio Matos Moquete, Juan Esteban Olivero, Hugo Arias, Rodolfo y su hermano Rubén Mesa; Pablo Féliz, el comerciante y abogado Negro Reyes, doctor Manuel Emilio Alcántara, este último propietario de la Clínica Altagracia, en la capital y sobreviviente de la tiranía de Trujillo.
La poeta Hipólita Reyes Espejo y su hermana la académica Antonia Reyes Espejo, primera tamayense profesora universitaria; el escritor de la diáspora Leonardo Nin, radicado en Estados Unidos, el historiador ingeniero Manuel Otilio Pérez Pérez, doctor Frank Soto, licenciado Tomás Nazario; los periodistas Melton Pineda, Tomás Aquino Méndez, Emiliano Reyes Espejo, Germán Reyes (Chichito) Lito Santana, entre otros muchos egresados universitarios de ingeniería, medicina, agronomía, arquitectura, derecho y otras carreras, los cuales aportan conocimientos en distintas empresas e instituciones del país y en el exterior.
Entienden que la realización de un estudio científico de este fenómeno podría arrojar luz sobre las causas “del surgimiento de estos talentos en el marco de una comunidad plagada de dificultades. Se trata de un hecho inusitado que no se registra en ningún otro municipio del país”.
Plantean la necesidad de que el Estado tome a Tamayo como laboratorio y realice un ensayo de “municipio modelo para el desarrollo integral de la juventud”, en aspectos tecnológicos, culturales y deportes. Destacan que por ejemplo de aquí han surgido atletas de la calidad de Héctor Romero, Quico Zorrilla y Audrey Nin Reyes. También, patinadores que ocuparon los primeros lugares en las competencias nacionales de patinaje sobre ruedas.
Deploran que la indiferencia del Estado ha dado lugar una buena parte de la juventud se ha estado perdiendo “en el oscuro mundo de los vicios: bebidas alcohólicas, juegos y drogas”. En ese sentido, propusieron crear aquí infraestructuras deportivas, culturales y tecnológicas que prevengan que valiosos jóvenes de este municipio se distraigan en los vicios.
En tal sentido, piden que el nuevo gobierno conjuntamente con el cabildo local, impulse programas que creen un ambiente de desarrollo, se proporcionen becas de estudios universitarios y técnicos para jóvenes talentosos”, así como fuentes de empleos.
-“¡Viste La Gevena que tú te pones a hablar sin saber! , dijo eufórico Culampión. Lo que se dice ahí busca ayudarnos a todos nosotros”, término en tono enfático la lectura de la nota de prensa.
-“¿Ayudar a quién? ¿Viste acaso ahí propuesta alguna para ayudar a los locos?-ripostó La Gevena. Y precisó: -Déjate de “pendejá” Culampión, ahí no dice nada de rescatar a los chiflados como nosotros y a los que ya han sucumbido a causa de las drogas y el alcohol”.
Culampión hizo un “pique” por la tozudez de La Gevena, “jaló” un filoso machete que llevaba al cinto y advertía a éste que no permitirá que diga más disparates.
Los presentes les arrebataron a tiempo el arma “blanca” y evitaron la desgracia esperada. No obstante, en un descuido de la gente estos dos orates, después de intercambiar insultos, se enfrascaron en un pleito a trompadas.
Luego que fueron desapartados La Gevena se echó al hombro un saco lleno de basura que guardaba debajo de un banco del parque, y se marchó con fuertes carcajadas:
-¿A quién se le ocurre? ¡Jajajaja!…Estas gentes están más locos que yo, dizque haciéndolo caso a un loco… ¡Jajajaja!
Gracias a Dios, al Padre Camilo y demás pueblerinos que intervinieron en la discusión, se pudo evitar que “la sangre llegue al río” Yaque del Sur.
*El autor es periodista