Son muchos los mensajes y las personas que a diario nos dicen que Dios cambiará esa situación que nos tiene en el piso, que nos quita el sueño y nos agobia hasta el punto de desanimarnos …. y es que aunque seamos conocedores, unos más que otros de la Palabra de Dios, la verdad es que el miedo irrumpe en nuestros corazones cuando enfrentamos esa montaña que parece inconmovible, inmensa, el miedo, el temor, la duda aparecen sin que podamos evitarlo.

Y es que esperar nos desespera, nos debilita y nuestra reacción ante esto es de reproches, enojo y hasta de maldición.

Esto pasa porque ahí en medio de las pruebas todos nuestros sentimientos salen a la luz, los buenos y los malos, los celos, la envidia, el rencor y falta de perdón, la amargura, el orgullo, la rebeldía pero también la generosidad, la integridad, nuestra dependencia de Dios como también los frutos del espíritu irán naciendo a medida que nos vayamos dejando moldear en medio de estos procesos de pruebas por las manos de nuestro Señor Jesús.

Hay una historia en la Biblia que quiero citar y es el de la mujer Cananea Mateo15:21-28, esta mujer pasó por un momento de prueba bien difícil, en la que mucho de nosotros pueden quemarse y pasarse toda una vida repitiendo la misma prueba, ella tenía una hija enferma, un demonio la torturaba pero ella no aceptó la condición de su hija sin luchar y salió a buscar a Jesús.

Esta mujer tenía todo en su contra porque no era del pueblo de Israel y en ese tiempo era considerada, como el mismo Jesús le dice en la Palabra “ perrillos “ porque era de un pueblo que adoraba a dioses páganos, cuando ella comienza a dar voces llamando a Jesús los discípulos se molestan y quieren que lo dejen en paz pero ella sigue llamando, el mismo Jesús la ignora, al final el mismo le dice, que él vino a darle pan a los hijos y no a los perrillos pero esta mujer ni la detiene la mala actitud de los discípulos ni tampoco la “supuesta” mala actitud y respuesta de Jesús, ella le responde que hasta los perrillos se conforman con las migajas que caen abajo de la mesa.

Esta respuesta hace que reciba su milagro, ella a pesar de lo que parecía una humillación mantuvo una actitud correcta, no se rindió, persistió por lo que necesitaba, reconoció su condición de “ perrillos “ porque sabía de donde procedía y que lo que hacía estaba mal, ella se mantuvo humilde en medio de los desprecios, de que el mismo Señor Jesús la ignorara, de que le lanzaran en la cara su condición de pecadora y que no procedía de un pueblo de Dios, esa actitud de persistencia y de no darse por vencida la llevó a recibir un milagro que solo después de la muerte de Jesús podía recibir, ella fue la que sobrepasó con su Fe el recibir un milagro en contra de todo pronóstico.

Pero la actitud de ella ante esa prueba fue lo que determinó el milagro, no reclamó, no se enojó, reconoció su condición, se humilló y sobre todo no se rindió a los no de los hombres y puedo decir que hasta el no de Jesús, increíble, el no de Jesús era para aquellos que podemos ver con el espíritu esta lectura, “ te digo no pero yo sé que tienes la Fe para arrebatar este milagro, te digo no para empujarte y sacar de adentro de ti la mujer de Fe que sé que eres, te digo no y te humillo para que nazca en ti esa joya tan preciada que tienes que es la humildad y un corazón contrito y humillado, te digo no para que veas la mujer que eres porque no lo has podido ver, te digo no para que saques de ti esa pasión y valentía que tienes, te digo no porque quiero que dejes de arrastrarte ante los hombres y le creas a ese Dios maravilloso que te Ama, te digo no para que entiendas que el único límite que tienes eres tú misma….”

Esta historia en la Palabra nos lleva a entender que nuestra actitud en medio de las pruebas es que determinará si recibimos o no nuestro milagro, claro, la Fe de esta mujer en el Señor hace que su actitud se mantenga humilde y pueda arrebatar su milagro pero definitivamente su actitud humilde hace que su milagro sea tan grande.

Muchas veces recibimos un milagro de una vez por nuestra fe en el Señor pero otras veces aunque tengamos la Fe necesaria, nuestra actitud ante la prueba determinará el recibirlo o no porque hay milagros que son tan grandes que necesitan que tengamos una actitud correcta para recibirlos.
Qué actitud estás teniendo en medio de tú prueba? Es de agradecimiento a pesar de lo difícil de la situación ó es de reproche constante hacia Dios ?

Si tienes mucho tiempo esperando recibir tú milagro entonces debes orar para que el Señor te muestre lo que está adentro de tú corazón que pueda estar reteniendo esa respuesta de parte de Dios, las bendiciones que el Señor quiere darte ya están listas, quien falta por estar listo/a eres tú…. oro al Señor en este momento para que se lleve toda actitud incorrecta en nuestros corazones que pueda estar deteniendo el recibir nuestro milagro en el nombre de Jesús….

Cada prueba en nuestras vidas está diseñada para sacar lo que no es de Dios en nosotros pero debemos dejarnos moldear por Él en medio de ellas, demos gracias al Señor en medio de las pruebas porque ellas nos acercan más a Él….

Bendiciones

Rosmarie Pérez

Proverbios 4:23
Reina-Valera 1960

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.