Por: Rosmarie Pérez
Muchos de nosotros llegamos a un momento de nuestras vidas que nos damos cuenta que no estamos avanzando, sentimos que nada funciona , que por más que lo intentamos no sentimos satisfacción en lo que hacemos , nada nos hace verdaderamente reír , aunque muchos pretenden ó fingen estar felices pero cuando están solos se desmoronan y sienten que sus vidas han acabado.
Todas estas cosas suceden porque sin darnos cuenta hay ligaduras en nuestras vidas que no nos permiten recibir lo Nuevo de Dios.
Una ligadura es una venda, cinta ó cuerda que sirve para atar ó unir cosas, también puede ser un impedimento que no nos deja actuar en plena libertad.
Establecido esto, hoy quiero hablarles de esas ligaduras que llevamos en nuestras almas, que son aquellas cosas que nos tienen detenidos en el tiempo, que no nos permiten ser quienes realmente somos, esas heridas que alguien nos provocó que están todavía sin cicatrizar en nuestros corazones y que no nos permiten cerrar capítulos de nuestras vidas que ya hace tiempo terminaron pero que los llevamos cargando y cada día ese peso nos ha hecho disminuir nuestro andar en la vida hasta el grado que estamos atados al pasado y ya no avanzamos por el peso de esas cargas.
Por eso el Señor tiene que permitir situaciones bien difíciles en nuestras vidas para deshacer esas ligaduras que nos están impidiendo llegar donde El ha determinado llevarnos.
Hay una historia en la Biblia que muestra perfectamente lo que hoy el Señor quiere decirnos, en el libro de Daniel Cap. 3, donde Sadrac, Mesac y Abenego fueron entrados en el horno de fuego atados( con ligaduras), dice la Palabra que lo único que se quemó en ellos fueron exactamente esas ataduras.
Lo interesante de esta historia que hoy quiero mencionar es que el Señor pudo evitarles a ellos pasar por esa tremenda prueba de su Fe pero No lo hizo, sin embargo, estuvo con ellos dentro del horno, no los dejó solos, así mismo hace el Señor en nuestras vidas, permite situaciones muy difíciles, pruebas que pareciera que fuéramos a perecer, que nos causan un dolor tan intenso en nuestros corazones que pareciera que de esa no fuéramos a salir.
El podrías evitarlas pero no lo hace porque El necesita deshacer esas ligaduras que no nos están dejando dar el fruto que El quiere que demos, no nos están dejando avanzar porque estamos paralizados recordando lo que no funcionó, lo que nos hicieron, nuestros fallos y limitaciones, tantas cosas que estamos detenidos en el tiempo y que no nos permiten encontrar esa felicidad que tanto anhelamos ó ser el Cristiano que el Señor espera que seamos.
El señor quiere que entendamos varias cosas:
Primero: que a pesar de las pruebas El siempre estará con nosotros, El nunca nos deja, Su Amor por nosotros es demasiado grande y en las pruebas podemos sentir Su cercanía.
Segundo: Que aunque la prueba sea difícil es necesario el quebrantamiento para deshacer esas ligaduras que nos tienen paralizados, El nos deshace para volvernos hacer, que es en el dolor que podemos entender que sin El no somos nada, es el dolor que nos limpia y saca lo malo de dentro de nosotros, es el dolor lo que nos lleva a humillarnos delante de El y reconocer que no estamos bien, que lo necesitamos desesperadamente y que sin El no podemos seguir.
Es en la soledad cuando todos nos dejan que entendemos que el único que siempre está ahí es El, es en el silencio de que estamos solos delante de El que podemos reconocer nuestras faltas y nuestra incapacidad de seguir haciendo las cosas a nuestra manera… es ahí donde aprendemos a soltar ese pasado que ya no nos puede alcanzar.
Y tercero: Ahí en el fuego de la prueba es que esas ligaduras se deshacen , la falta de perdón, la culpa, nuestras rebeldías, orgullo y soberbia , todo aquello que nos limita se deshace .
Así que no le pidas que detenga tú prueba por más dolorosa que sea, pídele al Señor que termine de deshacer todo aquello que te tiene atado ó atada a tú pasado y no te deja ser libre y vivir la vida que El ha determinado para ti, aunque duela y el horno haya sido calentando siete veces más, permite que Su Propósito se cumpla en ti, porque después de pasar por el horno de la prueba serás promovido así como hicieron con los jóvenes de la Biblia.
Confía en los Procesos del Señor, El es Fiel!
Bendiciones
Rosmarie Pérez.