Propuesta surge en el marco de la conmemoración del 224 aniversario de la Rebelión Negra de Boca de Nigua.
Nigua, San Cristóbal.- La comunidad de Boca de Nigua califica como una expresión de insensibilidad cultural frente al patrimonio cultural lo que ha prevalecido en la política cultural del país y que ha dejado en un estado de abandono a estos patrimonios que son parte integrante de la memoria histórica y cultual del pueblo dominicano; se trata de dos ingenios de la época colonial, el Boca de Nigua y el Diego Caballero.
Las infraestructuras se encuentra en riesgos de desaparecer ante la falta de una gestión cultural que permita su sostenibilidad en el tiempo y puedan ser un instrumento de desarrollo comunitario, y que cuya solución consiste en una intervención institucional para la puesta en valor y uso, bajo la rectoría del Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Nigua y la participación comunitaria.
El ingenio Diego Caballero forma parte de los primeros ingenios azucareros construidos entre 1504 y 1506 de lo que ahora solo quedan restos arqueológicos de las estructuras que se edificaron en un kilometro cuadrado que incluían al molino de agua, la rueda de moler, la casa de caldera, purga y la acequia hoy cubiertas de malezas, lamentablemente poniendo en un alto peligro todas sus estructuras y, además se suma el ingenio de Boca de Nigua que presenta perdida del enlucido de sus muros, desprendimiento de las tejas y desgaste de los pisos y le hace falta vigilancia.
El Diego Caballero, presenta una realidad más dramática, el cual presenta perdida de gran parte de sus instalaciones, sus vestigios están expuestos al vandalismo, por lo que urge que ambos patrimonios sean dotados de plan de gestión y su reintroducción para que adquieran la categoría de patrimonio mundial por su valor histórico de memoria de la humanidad, expresa, Darío Solano, miembro del Comité Dominicano de La Ruta del Esclavo de UNESCO y de la Fundación Cultural La Negreta.
Ambos ingenios están en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO y forman parte del circuito cultural de La Ruta del Esclavo y que hoy por falta de normativas, y planes de gestión del patrimonio no le espera un futuro acogedor, por lo que la comunidad de Nigua demanda del la intervención urgente de las autoridades del ministerio de cultura.
La Junta de Vecinos de Boca de Nigua y el Comité Pro-Desarrollo de Nigua planeta que es necesario “ realizar sendos planes de gestión y manejo en los ingenios coloniales para promover la investigación y puesta en valor del antecedente azucarero y de la esclavitud y aprovechar su potencial como atractivo para recuperar la memoria histórica y generar desarrollo, especialmente turístico, a partir de propuestas en que la comunidad local sea la principal beneficiaria y contribuir así a la lucha contra la pobreza en una zona deprimida de bajos ingresos.
Los dos inmuebles coloniales, se encuentran en la lista de monumentos y sitios en peligro que presentó este año el capitulo dominicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, ICOMOS.
De acuerdo a Ángel María Álvarez, presidente de la Junta de Vecinos de Boca de Nigua, la integración urbana de los patrimonios de la época colonial y del pasado esclavista en la República Dominicana se plantea como un proyecto de cooperación cultural para el desarrollo que contribuirá a la lucha contra la pobreza y a la generación de recursos para la población local. Su puesta en valor contribuirá a generar un nuevo espacio para el ocio ciudadano y a potenciar nuevas zonas turísticas de la ciudad.
Recientemente el Ayuntamiento de Nigua ha iniciado un proceso de saneamiento. Este proyecto pretende proteger este patrimonio histórico, dotándolo de la infraestructura necesaria para que se integre a un proyecto de espacio comunitario donde los vecinos, además de conocer la riqueza del patrimonio, puedan convivir, crear un polo de desarrollo, y así disminuir los índices delictivos y de problemas sociales en esa parte de la ciudad.
La propuesta surge en el marco de la conmemoración del 224 aniversario de la rebelión negra de Boca de Nigua, la cual cuenta con la participación de la Alcaldía de Nigua y la Dirección Nacional de Museos del Ministerio de Cultura.