Todos los 20 de diciembre de cada año los dominicanos que por una razón u otra hemos decidido hacer nuestras vidas fuera de nuestra patria se nos reconoce con La ley 101- 87, promulgada por el expresidente Joaquín Balaguer en 1987.
Esta establece que se nos celebre este día, sin embargo las instituciones que por mandato deben hacerlo siempre han ignorado esta disposición legislativa, aun cuando por más de 3 décadas nuestra nación recibe miles de millones de divisas en dólares, a través de las remesas y hoy en la actualidad somos una de las tres principales columnas en que el Banco Central fundamenta la balanza de pagos, pero mucho más que eso, la microeconomía o economía familiar es la gran beneficiaria de los aportes que llegan de los dominicanos y dominicanas que por necesidad y por la mala gestión de nuestros gobiernos nos han desterrado a una migración forzada en virtud de la baja renta per pita de nuestro país y la falta de oportunidades para la juventud y especialmente a la mala distribución de los ingresos que percibe el Estado Dominicano a través de los impuestos.
Se han aprobado decretos y leyes en el devenir del tiempo, que ningunos nos han resuelto los problemas prioritarios de los dominicanos emigrados, inclusive se ha constitucionalizado con la creación de la figura del diputado de ultramar y se ha plasmado en la ley de Estrategia nacional Dominicana (END 2030) promulgada en enero del 2011, con fines de tomarnos en cuenta en la planificación del país, años tras años vía el presupuesto nacional.
Desde el congreso nacional (Cámara de Diputados) hemos presentado leyes que buscan la solución a los grandes problemas nuestros, pero desde los despachos de mando, como Poder Ejecutivo, Ministerio de Asuntos Exteriores, Banco Central, se han levantado oposiciones para hacer realidad estas leyes, en especial LEY DE RETORNO DIGNO, es una urgencia, para resolver:
1. La repatriación de los fallecidos en el exterior.
2. El retorno digno de los excluidos socialmente.
3. El retorno de los dominicanos que progresan y quieren regresar a realizar inversiones en el país.
4. La creación de un observatorio de investigación para investigar los problemas que nos afectan en el exterior.
Estos son los problemas que necesitamos que nos ayuden a resolver y solo con la aprobación y promulgación de la ley de Retorno Digno de nuestra autoría podemos lograrlo.
Por Marcos Cross
Ex diputado de Ultramar