Los siete legisladores que harán de fiscales en el juicio político al presidente Donald Trump leyeron este jueves ante el Senado los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, con lo que legalmente comenzó el proceso en esta cámara, aunque hasta el martes el conocido en inglés como “impeachment” no se iniciará de facto.
Como estipula la ley, el presidente del Tribunal Supremo, el juez John G. Roberts, juró este jueves como jefe de la Cámara Alta, en sustitución del vicepresidente Mike Pence, durante el juicio político. Y los 100 legisladores del Senado también juraron como miembros del “jurado” en este proceso.
Trump se encuentra acusado de abusar su poder al presionar a Ucrania para investigar al candidato presidencial demócrata Joe Biden, potencial contrincante suyo en las elecciones que tendrán lugar a finales de este año, y por obstaculizar las investigaciones iniciadas por el Congreso una vez comenzado el proceso investigativo.
Al igual que sucedió cuando se votaron los cargos, el apoyo al envío de la acusación al Senado estuvo dividido casi en su totalidad según la afiliación partidaria de los representantes: fueron 228 a favor y 193 en contra. Solo un demócrata, Collin C. Peterson, del estado de Minnesota, se manifestó en contra de la decisión.
En la votación del miércoles también se aprobaron los siete representantes de la Cámara Baja que actuarán como fiscales del proceso. Todos son demócratas y entre ellos se encuentran los presidentes de los comités de Inteligencia y Judicial, Adam Schiff -quien oficiará como fiscal jefe- y Jerrold Nadler, donde se llevaron a cabo las etapas investigativas preliminares del proceso.
Una vez en el Senado, los siete demócratas presentaron la acusación y fundamentaron las razones por las que consideran que el mandatario debe ser declarado culpable. El juez será John Roberts, presidente de la Corte Suprema de Justicia, y su función será la de presidir las audiencias y eventualmente señalar si se comete alguna irregularidad.
El jurado está compuesto por los 100 senadores, que al final tendrán que votar si condenan o absuelven al Presidente. Se requiere el voto de 67 de ellos para efectivamente destituirlo y, considerando que los 53 republicanos han expresado su voluntad de encolumnarse detrás del argumento presentado por la Casa Blanca, las chances de que la acusación sea fructífera son extremadamente bajas.
No obstante, los demócratas han hecho foco en la aparición de nueva evidencia, que aseguran fortalece su caso: fue presentada por Lev Parnas, un socio del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, y acusado de tener un rol central en los esfuerzos de Trump y sus socios para obtener concesiones por parte del gobierno ucraniano.
Los documentos incluyen copias de mensajes de texto y otro tipo de comunicaciones, incluyendo una carta manuscrita que expresa: “Lograr que Zalensky (por el presidente ucraniano, Zelensky) anuncie que el caso Biden será investigado”. En concreto, se refería a la hipótesis por que conecta a la empresa de gas ucraniana Burisma -en la cual el hijo de Biden, Hunter, ocupaba un cargo directivo- con hechos de corrupción.