NUEVA YORK.- El precio del petróleo intermedio de Texas abrió este lunes con una caída del 6,26 %, hasta 67,29 dólares el barril, su peor arranque en dos años, después de que Israel atacara el sábado territorio iraní, aunque no impactara instalaciones energéticas de la nación persa.
Diez minutos después de la apertura de la sesión, los contratos de futuros del WTI para entrega en noviembre perdían 4,49 dólares con respecto al cierre de la jornada anterior.
A falta de ocho días para las elecciones estadounidenses, que también influirán en los precios del crudo, el oro negro en EE. UU. se encamina a su peor sesión desde el 12 de julio de 2022, cuando los precios cayeron un 7,93 %.
La ofensiva del Estado israelí contra Irán tuvo menores consecuencias de las esperadas, con daños limitados y sin afectar infraestructuras nucleares, petroleras o civiles.
Además, no se reportó ninguna interrupción en la industria petrolera iraní, que representa alrededor del 4 % del suministro mundial, por lo que muchos operadores lo han interpretado como una desescalada del hipotético escenario de guerra abierta entre ambas potencias regionales, lo que ha hecho caer los precios.
La atención se centrará ahora en si Irán contrarrestará el ataque en las próximas semanas.
«No buscamos la guerra, pero defenderemos nuestro país y los derechos de nuestro pueblo. Daremos una respuesta proporcionada a la agresión», afirmó el domingo el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, tras una reunión con su equipo de Gobierno.
Este contexto de incertidumbre geopolítica coincide con el temor a un exceso de producción impulsado por Estados Unidos que continúe perjudicando a los precios del crudo a nivel global.
«Los miembros de la OPEP+ tienen previsto aumentar la producción en diciembre, lo que aumenta la amenaza de un superávit en el mercado mundial del petróleo», detalló hoy el analista Tom Essaye en su informe diario ‘The Sevens Report’.
El crudo de Texas había terminado el viernes con una subida semanal del 3,7 %, después de haber retrocedido el miércoles y el jueves debido a datos bajistas de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, que mostraron una mayor debilidad en las tendencias de la demanda de gasolina durante el verano.