Samaná, por sus arenas finas y blancas, por la oferta de senderos naturales, representa con justicia el concepto del paraíso en la tierra.
El Grupo Piñero anunció la apertura de su renovado hotel Cayo Levantado Resort en Samaná, con una inversión de 50 millones de euros, y que se proyecta como una instalación con atractivos y amenidades de primer nivel y existentes en muy pocos establecimientos de este tipo.
La directora ejecutiva del Grupo Piñero, Encarna Piñero, dijo que «Yubarta», un espacio de desarrollo personal que surge con la intención de redefinir el concepto de bienestar en la industria de la hospitalidad cuyo nombre rinde homenaje a las ballenas jorobadas autóctonas de Samaná y alberga actividades inmersivas diseñadas para fomentar el autodescubrimiento y la conexión consigo mismo.
La nueva propiedad de promoverá internacionalmente bajo el concepto Ritmo Escondido, busca posicionarse como un referente en el turismo de lujo en la región del Caribe.
La estrategia de promoción descansará en tres pilares: sostenibilidad: bienestar, promoción de la cultura local y preservación del entorno natural.
Este logro no solo es crucial para la empresa, sino también para el sector turístico, subrayando el compromiso continuo de la compañía y la familia Piñero con el destino de Samaná y la República Dominicana.
“Las empresas turísticas tenemos la gran suerte de trabajar con la felicidad de las personas y eso nos motiva a continuar innovando sin perder nuestra originalidad y un trato próximo y personalizado, algo que en el caso de Cayo Levantado Resort es posible gracias al compromiso y la auténtica amabilidad de nuestros colaboradores, la mayoría samaonenses, que también creen en el valor de este proyecto”, explicó.
Según nota formulada por la Asociación Dominicana de Prensa Turística (ADOMPRETUR), se trata de un hito hotelero que aviva el inicio del 2024.
Samaná es un estuche de belleza natural, en un enclave geográfico que se presta para el aislamiento.
Sitiada en la costa noroeste, cuenta con paisajes de indescriptible belleza paisajística y naturaleza en su más pura expresión. Sus aguas de color turquesa/larimar, invitan al placer de nadar indefinidamente.
Samaná, por sus arenas finas y blancas, por la oferta de senderos naturales, representa con justicia el concepto del paraíso en la tierra.