En su reunión de política monetaria de octubre de 2018, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.50% anual.
La decisión de dejar invariable la tasa de referencia se basa en un análisis detallado del balance de riesgos en torno a los pronósticos de inflación, incluyendo informaciones cuantitativas y cualitativas provenientes del entorno internacional relevante, los indicadores macroeconómicos nacionales, las expectativas del mercado y las proyecciones de mediano plazo de ese conjunto de variables.
La inflación acumulada al mes de septiembre se ubicó en 1.52 %, en tanto que la inflación interanual, de septiembre de 2017 a septiembre de 2018, bajó por tercer mes consecutivo al pasar de 3.87 % en agosto a 3.29 % en septiembre, manteniéndose dentro de la meta de 4.0 % ± 1.0 % establecido en el Programa Monetario.
La inflación subyacente, vinculada a las condiciones monetarias, se redujo a 2.53 % interanual en septiembre. El sistema de pronósticos indica que, en promedio, la inflación se mantendría dentro del rango meta en el horizonte de política monetaria de dos años.
En el contexto externo, el panorama económico relevante para la economía dominicana está influenciado por la normalización de la política monetaria en Estados Unidos de América (EUA), la apreciación del dólar en los mercados internacionales y el incremento gradual de los precios del petróleo.
Otros factores como el aumento de la volatilidad en los mercados de capitales internacionales, las tensiones comerciales a nivel global y el incremento de la incertidumbre en algunas economías emergentes contribuyen también a lo que se percibe como un escenario internacional cambiante.
En este contexto, según Consensus Forecast, la economía mundial crecería 3.2% en 2018 y 3.1% en 2019, impulsada por el continuo dinamismo de la economía de EUA que se expandiría 2.9% y 2.6%, respectivamente, durante esos años.
Ante el crecimiento de EUA en contexto de pleno empleo e inflación superior a la meta programada, se prevé que continúe el proceso de incrementos en la tasa de interés de referencia del Banco de la Reserva Federal. Cabe destacar que el proceso de normalización de la política monetaria ha estado acompañado por una política fiscal expansiva que ha incrementado el déficit público en dicho país, que se estima se ubique en torno a 4.0% del PIB para 2018.
Por otro lado, la economía de la comunidad de países que conforman la Zona Euro (ZE) crecería 2.0 % en 2018 y 1.8 % en 2019.
Dado que las presiones inflacionarias permanecen moderadas en estos países, la postura de política monetaria del Banco Central Europeo se mantendría expansiva en el mediano plazo, lo que contribuiría a aumentar el diferencial de tasas de interés con EUA, impulsando una mayor apreciación del dólar.
La situación económica para los mercados emergentes muestra un mayor grado de incertidumbre, observándose una ralentización en algunas economías con fundamentos macroeconómicos débiles. No obstante, hay economías emergentes que presentan un importante dinamismo, como son los casos de India y China cuyas economías se expandirían durante 2018 en 7.3 % y 6.6 %, respectivamente.
En el caso de América Latina, se han corregido a la baja las proyecciones de crecimiento de países como Venezuela, Brasil, Argentina y Nicaragua. Por otro lado, han sido revisadas al alza las perspectivas de crecimiento de otras economías de la región con fundamentos sólidos como Chile, Perú, Colombia y República Dominicana.
En el ámbito interno, la actividad económica continúa creciendo por encima de su potencial.
En efecto, el Producto Interno Bruto real se expandió en 6.9 % durante los primeros nueves meses del 2018, impulsado por un crecimiento interanual en el tercer trimestre de 7.3 %.
Según el sistema de pronósticos del Banco Central, la actividad económica seguiría creciendo por encima de su potencial en el presente año, cerrando 2018 con un crecimiento en torno a 6.5 %. Consistente con esa tendencia, el crédito al sector privado en moneda nacional continúa expandiéndose cerca de 12 % interanual al mes de octubre, a la vez que los agregados monetarios presentan tasas de crecimiento consistentes con la expansión estimada del PIB nominal.
Por el lado de la política fiscal, la evolución de las finanzas públicas en el transcurso del año apunta a que el Gobierno Central cerraría en diciembre cerca del objetivo de déficit consignado en el Presupuesto de 2018.
Al mes de septiembre, la tasa de crecimiento de los ingresos es de dos dígitos, a la vez que el gasto público se expande de forma moderada. En el sector externo, las actividades generadoras de divisas mantienen un notable dinamismo, previéndose que el déficit de Cuenta Corriente se ubique ligeramente por encima de -1.0 % del PIB al cierre del año, asociado a los mayores precios del petróleo.
El buen desempeño del sector externo ha facilitado la acumulación de reservas internacionales, que se mantienen en niveles superiores a US$7,000 millones, lo que contribuye a la estabilidad relativa del mercado cambiario.
El proceso de consolidación de las finanzas públicas y los bajos déficits de Cuenta Corriente, en un contexto de alto crecimiento económico e inflación controlada, son un reflejo de que nuestros fundamentos macroeconómicos se mantienen fuertes.
En efecto, el indicador de percepción de riesgo país para la República Dominicana calculado por la firma JP Morgan (EMBI, por sus siglas en inglés) se encuentra al cierre de octubre unos 100 puntos básicos por debajo del indicador de riesgo para América Latina, siendo éste el nivel de riesgo relativo a la región más bajo en toda la historia, lo que refleja la confianza de los inversionistas en la economía dominicana apoyada en la fortaleza de sus fundamentos.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria al logro de la meta de inflación y al mantenimiento de la estabilidad macroeconómica, así como, de velar por el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.
En ese sentido, la institución monetaria se mantiene atenta a la evolución de la normalización de política monetaria de Estados Unidos y su impacto en el diferencial de tasas de interés con República Dominicana, así como del precio del petróleo y de la dinámica del dólar en el mercado internacional, y se encuentra preparada para reaccionar de forma oportuna ante cualquier factor que ponga en riesgo el cumplimiento de su meta de inflación.