Por: Misael Pérez Montero
VALENCIA, ESPAÑA.- Las autoridades administrativa del Consulado Dominicano en la ciudad de Valencia deberían facilitar los servicios que brindan para que nuestros ciudadanos residentes en esa parte de España no tengan que desplazarse e incurrir en gastos innecesario, pero resulta que hacen todo lo contrario sin que se vea claro cuál es la intención real.
Según tengo entendido y lo aprendido en la carrera de Derecho Internacional el consulado es la representación de la administración pública, en ese lugar; y debería prestar servicios jurídico-administrativos dominicana, y lo presta, pero a que coste de molestias y cuantía económica. Además, deberían facilitar la relación de los ciudadanos Dominicanos con la República Dominicana y de los extranjeros que tengan un vínculo con nuestro país.
Tanto el consulado como los organismos del estado que deberían supervisar el buen funcionamiento de estos servicios, Cancillería y la Dirección General de Pasaportes; ofreciendo protección y asistencia a los dominicanos permiten que el consulado de Valencia se muestre deficiente en los servicios por lo que el retraso en la entrega de los documentos se ha convertido en la estrategia política del señor cónsul que los demás no entendemos.
Pero esto no es nuevo, sino que ya se hace una rutina e incluso estos han creado animadversión entre los ciudadanos que buscan los servicios a través de los consulados honoríficos que tramitan expediente hacia ese consulado. Es decir; las autoridades Consulares Dominicanas en Valencia obligan a los ciudadanos a viajar a más de 150 kilómetros hasta valencia para realizar sus trámites de documentos porque cuando lo hacen directamente la entrega se realiza en menos de ocho (8) días laborables, contrario a cuando son tramitados por otro Consulado, por ejemplo; los de Alicante tardan entre treinta (30) y hasta noventa (90) días laborables.
Esta situación permite que la comunidad dominicana que reside en las afuera de Valencia pero que por orden jurídico sus trámites se hacen a través de un intermediario, Consulado Honorifico; se sientan discriminados y maltratados por esas autoridades. Por tanto, el Canciller de la República y a la dirección General de Pasaportes debe tomar carta en el asunto e imponer medidas correctoras de lugar para que el consulado de Valencia no continúe estas malas prácticas.