La entidad inicia intervención capacitando a los vendedores y exigiéndole la adecuación de sus espacios para la venta de alimentos.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La directora ejecutiva del Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor), informó que intervino el llamado Mercado Nuevo de la capital, porque es impostergable mejorar las condiciones de insalubridad en la que se venden los alimentos que abastecen a los colmados, puestos de frutas, triciculeros, al sector turístico, entre otros, alcanzando el 65 % de los puntos de venta en el Gran Santo Domingo.
Anina Del Castillo, anunció que la entidad lanzó un programa de educación dirigido a los vendedores de la Unión del Mercado Nuevo, exigiendo la realización de manera obligatoria del curso de manipulación de alimentos que la entidad, de manera gratuita, va a estar ofreciendo en las mismas instalaciones del mercado, a fin de que no haya la excusa de que tienen que salir de su lugar de trabajo.
Del Castillo, que para contribuir con la mejora de las condiciones en que se venden los alimentos en esos lugares, los comerciantes deben tener zafacones para manejar los residuos que generan en su actividad comercial y que Pro Consumidor está buscando el apoyo de otras entidades para que esos residuos se procesen de manera adecuada.
Además, requirió adecuar el local donde operan y cumplir con requerimientos mínimos para la venta de alimentos. Entre los que se destacan: garantizar que los productos ofertados no estén colocados en el suelo, tener una balanza o instrumentos de pesaje debidamente calibrados a la vista del consumidor para los casos de ventas pesadas.
“Con estos cursos se espera que entiendan la dimensión del problema que genera la venta de alimentos en condiciones inadecuadas, que implican desde la afectación de la salud, costo medioambiental del cúmulo de basuras, el caos del tránsito, entre otros”, expresó la titular del organismo.
La funcionaria indicó, que la inocuidad para la venta de los alimentos no es negociable, por lo que urge la transformación de la forma en que se están comercializando estos productos, a fin de disminuir el riesgo de contaminación, lo cual puede incidir de manera negativa en la salud de los consumidores.
Sostuvo que envió cartas al Ayuntamiento del Distrito Nacional, para que asuma el control dentro del ámbito de sus competencias, ya que esta actividad comercial abarca importantes aspectos como el factor salud, económico y social, lo que implica la unión de todos para buscar mecanismos que mejoren la situación actual.
