-Alexandra, viste lo que publica este periódico. Esto es una tragedia para la humanidad-dijo Mónika alarmada mientras leía el diario.
-¿Y qué es lo que ocurre mujer?, preguntó presurosa Alexandra.
-Ooohh, que unos científicos británicos hicieron una investigación y determinaron que el pene del hombre se reduce un centímetro cada año- contestó Mónika.
-¿Cóoomo? Eso es grave. A ese ritmo, dentro de cien años los hombres no tendrán penes-expresó desconsolada Alexandra.
-Ustedes no están hablando de verdad, esa es una chanza; espero que sea una chanza porque ¿tú te imaginas? Que haya hombres sin penes. Ese sería el fin de la humanidad, me resisto a creerlo- intervino Leticia.
-No relajen con eso coooño, con eso no se juega-, apuntó Anita.
Miosotis, con una sonrisa maliciosa, escuchaba la conversación. -Ustedes no pueden hablar de otra cosa. Eso me da grima-, asentó.
Mónika continuó su lectura en voz alta, realmente algunos científicos habían realizado una investigación sobre el tamaño del pene en el hombre, encontrándose con este fenómeno, que esta máxima expresión del machismo se estaba reduciendo a su mínima expresión.
-Y lo grande del caso es que ante la imposibilidad de detener este fenómeno de la naturaleza, los científicos están sugiriendo un programa masivo de enseñanza sobre el sexo tántrico-, continuó Mónika.
-¿Y qué diablo es eso?, preguntó Claritza. ¿Y qué es eso de sexo tántrico, con qué se come eso, explíquenme?
Emiliano que está oyendo la conversación mientras degusta del sancocho de Mónika, cita un cable de la agencia de noticias EFE que explica a grosso modo lo que es el sexo tántrico: “Valorar cada beso, caricia, abrazo, adorar a la persona con la que estás, sentir y expresar lo que sientes…son algunas de las claves del sexo tántrico, una práctica de origen oriental que no tiene como objetivo principal llegar a la eyaculación, sino disfrutar, como si de una danza se tratase, de cada momento del sexo”.
-Buuueno, y ¿de dónde Emiliano saca eso?-, expresó Claritza.
-Ohhhh del Internet, muchacha, del Internet. En el Internet hay de todo. Además, como está el problema de la reducción del pene hay que estar al tanto de la alternativa que tendrá la humanidad cuando eso ocurra.
-Tú no estás creyendo que es verdad eso de que el pene cada vez será más chiquito-, indicó Alexandra.
-Sí, lo creo, es una investigación científica. Esos científicos no van a estar jugando con eso. Me imagino que vendrán suicidios masivos en diferentes partes del mundo cuando esa situación se vaya registrando de manera progresiva-, ripostó Emiliano.
-Mira, yo no quiero ni pensar en eso. Tú te imaginas a un machote de estos que hay por aquí cuando se mire al espejo, observe detenidamente su parte y vea que este infeliz es ridículamente cada vez más chico, eso será motivo de depresión y suicidio, no cabe dudas-, comentó Leticia.
-¿Qué será de mis nietas?-, arguyó Alexandra. -Solo conocerán a un pene grande a través de fotos que costarán carísimo. Ay Dios no permita eso, mete tus manos, Señor.
-No habrá alternativa que no sea aprender el sexo tántrico, por fin hombres y mujeres se amarán de verdad, lograrán orgasmos intensos con miradas profundas y sostenidas.
La imaginación, por fin, jugará su rol en las relaciones carnales-, comentó Emiliano, y agregó:
-No se sientan mal, pero con mucho dolor lamento decirle que se acabarán las penetraciones. El pene que sobrevivirá, ridículamente pequeño, solo servirá para la procreación, no podrá tener ningún otro uso que no sea la preservación de la raza humana.
(El autor es periodista).