SANTO DOMINGO, RD.- El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó hoy que continúa intensificando en todo el país las acciones de prevención que incluye fortalecimiento del esquema de vacunación y vigilancia para prevenir el sarampión, principalmente en la población infantil.
El ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, dijo que el país lleva más de 15 años sin presentar casos de sarampión, pero ante la alerta que ha elevado la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los casos reportados en Estados Unidos, se toman las precauciones de lugar para garantizar la ausencia de casos de esa enfermedad.
El funcionario dijo que la República Dominicana es un país altamente turístico, que tiene miles de personas ingresando a su territorio diariamente, por lo que se debe mantener una barrera inmunológica para evitar epidemias.
“En el país no tenemos caso de sarampión desde hace varios años, pero estamos arreciando las medidas preventivas para garantizar que sigamos sin incidencia. Contamos con un esquema de vacunas bien reforzado y es preciso que la gente acuda a los centros de vacunación y refuerce sus dosis con esta vacuna, además nos mantenemos vigilantes”, manifestó Sánchez en nota de prensa.
El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que se transmite por las secreciones respiratorias de la nariz y faringe de las personas infectadas, se presenta con una erupción cutánea, fiebre alta, secreción nasal, tos y conjuntivitis.
La complicación más grave es la encefalitis. El sarampión puede además causar la muerte en uno de cada 3.000 niños.
El sarampión es una enfermedad infecciosa exantemática como la rubeola o la varicela, bastante frecuente, especialmente en niños, causada por un virus, específicamente de la familia paramyxoviridae del género Morbillivirus. Se caracteriza por las típicas manchas en la piel de color rojo o aveces también negro depende del lugar en Que se encuentre (exantema), así como la fiebre y un estado general debilitado. Si se presentan complicaciones, el sarampión puede causar inflamación en los pulmones y en el cerebro que amenazan la vida del paciente.
El período de incubación del sarampión suele durar de 4 a 12 días, durante los cuales no hay síntomas. Las personas infectadas siguen siendo contagiosas desde la aparición de los primeros síntomas hasta los 3 a 5 días posteriores a la aparición del sarpullido.
El diagnóstico se hace a través del cuadro clínico y la detección de anticuerpos en la sangre. No existe terapia específica para el tratamiento de la enfermedad; sin embargo, se puede prevenir mediante la administración de la vacuna contra el sarampión. En el pasado, la vacuna triple vírica (también conocida como SPR) ha reducido el número de infecciones. En la mayoría de los países, la enfermedad es de declaración obligatoria a las autoridades de salud social.
En 1998, la Asamblea Mundial de la Salud estableció el objetivo de la eliminación del sarampión endémico de la Región Europea en el 2007, para poder certificar su eliminación antes del 2010. (Agencias),