sábado, noviembre 23, 2024
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Echando Raíces

ROSMARIE PÉREZ

Para que el árbol crezca tiene primero que echar raíces, cuando un matita se siembra pareciera que no está pasando nada por un tiempo pero mientras le echas agua, abono y la vas cuidando, después de un tiempo vemos que sus hojas se reverdecen y va creciendo lentamente.

Para ver un árbol ya grande, se toma años en este proceso, el árbol tiene que ir echando sus raíces en donde nadie lo ve, en la oscuridad, sus raíces van creciendo hacia abajo en las profundidades, abriéndose camino en la tierra para poder tener las raíces necesarias para sostener ese árbol que va creciendo, se va alimentando cada vez que recibe agua y ese abono tan necesario.

Es un proceso lleno de lodo, sucio, soledad, bien oculto de los ojos de los hombres pero muy necesario para poder sostener ese árbol que en su momento será una Bendición para aquellos que están a su alrededor.

Y sobre todo, esas raíces que van creciendo en la profundidades de la tierra tienen que tener un buen fundamento para poder además de sostener las ramas, poder resistir cuando los fuertes vientos traten de sacudirlo y derribarlo.

Pero ya cuando estas raíces se han formado en lo secreto con la fortaleza y dureza necesarias, entonces pueden venir fuertes vientos y no derribarlo.

Así es cuando nosotros somos plantados en un lugar por el Señor, El es quien nos siembra en el lugar en el cual recibiremos exactamente lo que necesitamos para crecer, fortalecernos y ser capaces de dar una buena sombra y frutos.

Y en el proceso de sembrarnos, tendremos que pasar una buena temporada en lo oculto, solos con Dios, donde tendremos que sufrir humillaciones y rechazos pero El siempre estará ahí para fortalecernos.

No será cómoda esa temporada porque estaremos en lo más profundo, donde nadie nos aprecie y valore, donde no tendremos reconocimientos ni aplausos y muchos nos juzgarán, donde nos arraigaremos a la Presencia de Dios y dependeremos solo de El, ahí se manifestará la suciedad que llevamos dentro y que quizás no sabíamos que la teníamos, donde el yo será sometido a la dependencia del que Todo lo Puede y las emociones enfrentaran todas clases de pruebas pero en medio de ese proceso nacerá un fundamento que ninguna tormenta podrá derribar.

Seremos regados con las corrientes del agua del Espíritu, alimentados con la Palabra y nuestro abono será Su Presencia, ahí lo buscaremos con todo nuestro corazón en la intimidad y seremos arraigados en la Roca que es nuestro Señor Jesús (San Mateo 7:24-28).

Ahí entonces floreceremos, creceremos y daremos frutos porque el mismo Dios que nos sembró en tierra fértil se encargará de que lo hagamos, seremos como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará( Salmos 1:3).

Por más que este proceso duela tienes que confiar en aquel que te llamó y te hizo Su hija e hijo, no te muevas del lugar plantado que es la representación de la Iglesia donde El nos lleva porque aunque sea incómodo todo el proceso y muchas veces humillante, después de someterte verás la Gloria de Dios, antes de una promoción habrá un descenso, antes de subir vas a bajar, pero todo eso es Plan de Dios para exhibirte delante de aquellos que creían que estabas sepultado en el lodo, lo que ellos no sabían es, que todo eso fue Plan de Dios para hacerte más fuerte y darte el fundamento correcto, para que echaras tus raíces bien profundas y no te tumbaran por cualquier viento contrario de adversidad .

Así que aunque duela reverdece, florece porque este proceso no vino a matarte sino para que la Gloria de Dios se vea en tú vida.

Y entonces serás fuerte y crecerás, tendrás un follaje hermoso y tendrás fruto abundante y podrás servirle y bendecir a otros.

Padre te pido que ayudes en su proceso a la persona que está leyendo este mensaje, abre sus ojos espirituales para que pueda ver lo que estás haciendo en medio de su dolor, que entienda que no está sola/o, que tú estás a su lado y los cuida, que nada le faltará porque eres tú su proveedor, ayúdalos mí Señor y darle fortaleza para continuar y entender que lo mejor está por venir, en el nombre de Jesús. Amén

Bendiciones

Rosmarie Pérez

Salmos 1:3 Reina-Valera
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.

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