TRABAJO ESPECIAL
Como se señaló con anterioridad, el consumo temprano de drogas aumenta las posibilidades de que una persona desarrolle una adicción. Recuerde, las drogas modifican el cerebro y esto puede llevar a la adicción y causar otros problemas graves. Por lo tanto, la prevención del consumo temprano de drogas o alcohol puede marcar una gran diferencia en la reducción de estos riesgos.
Si podemos evitar que los jóvenes experimenten con drogas, podemos prevenir la drogadicción.
El riesgo del abuso de drogas aumenta en gran medida tiempos de transición. Para un adulto, un divorcio o la pérdida de un trabajo pueden llevar al abuso de drogas. Para un adolescente, los periodos de riesgo incluyen mudarse o cambiar de escuela.
En la adolescencia temprana, cuando los niños pasan de la primaria a la escuela media, se enfrentan a situaciones sociales y académicas nuevas y desafiantes.
A menudo, durante este período, los niños están expuestos a sustancias que se prestan al abuso (como los cigarrillos y el alcohol) por primera vez.
Cuando entran a la escuela secundaria, los adolescentes pueden enfrentarse a una mayor disponibilidad de drogas, al consumo de drogas por parte de adolescentes mayores o a actividades sociales donde el consumo es común.
Al mismo tiempo, muchos comportamientos que conforman un aspecto normal de su desarrollo, como el deseo de probar cosas nuevas o correr mayores riesgos, pueden aumentar las tendencias de los adolescentes a experimentar con drogas.
Algunos adolescentes pueden ceder ante la insistencia de amigos que consumen drogas para compartir la experiencia con ellos. Otros pueden pensar que consumir drogas (como los esteroides) mejora su apariencia o rendimiento atlético o que si abusan de sustancias que se prestan al abuso, como el alcohol o la MDMA (éxtasis o “Molly”), disminuirá su ansiedad en situaciones sociales.
Cada vez más adolescentes abusan de estimulantes recetados para el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) como el Adderall® para estudiar o perder peso. Las habilidades aún en desarrollo de los adolescentes para ejercer el buen criterio y tomar decisiones pueden limitar su capacidad para evaluar con precisión los riesgos de todas estas formas de consumo de drogas.
El consumo de sustancias que se prestan al abuso a esta edad puede perturbar la función cerebral en áreas críticas como la motivación, la memoria, el aprendizaje, el juicio y el control del comportamiento.
Así, no es de extrañar que los adolescentes que consumen alcohol y otras drogas a menudo tengan problemas familiares y sociales, bajo rendimiento académico, problemas de salud (incluida la salud mental) y problemas con el sistema penal juvenil.
La juventud de hoy enfrenta muchos riesgos, incluyendo el abuso de las drogas, la violencia y el VIH/SIDA. Responder a estos riesgos antes de que se conviertan en problemas puede ser difícil. Una de las metas del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) es la de ayudar al público a comprender las causas del abuso de drogas y de evitar su comienzo.
El abuso de drogas tiene consecuencias serias en nuestros hogares, escuelas y comunidades. Desde la perspectiva del NIDA, el uso de cualquier droga ilícita o el uso inapropiado de las drogas lícitas se considera abuso de drogas.
La ciencia de la prevención ha progresado mucho en los últimos años. Se están ensayando muchas intervenciones en ambientes de la vida real para que se puedan adaptar más fácilmente al uso comunitario.
Los científicos están estudiando un rango mayor de poblaciones y temas. Por ejemplo, han identificado intervenciones eficaces con poblaciones más jóvenes para ayudar a prevenir las conductas de riesgo antes de que ocurra el abuso de drogas.
Los investigadores también están estudiando a los adolescentes mayores quienes ya están usando drogas para encontrar maneras de prevenir más abuso o adicción. También se están estudiando asuntos prácticos, como el análisis de los costos con relación a los beneficios.
La presentación de estos hallazgos al público constituye una de las responsabilidades más importantes del NIDA.
Es con gran placer que ofrecemos nuestra edición “Abreviada” de la publicación en inglés Preventing Drug Use among Children and Adolescentes: A Research-Based Guide for Parents, Educators, and Community Leaders, Second Edition. (Cómo Prevenir el Uso de Drogas en los Niños y los Adolescentes: Una guía con bases científicas para padres, educadores y líderes de la comunidad, segunda edición).
La segunda edición ofrece los principios actualizados, preguntas y respuestas nuevas, información sobre programas nuevos, y referencias adicionales.
Esta “Versión Abreviada” de la publicación resume secciones de la guía para el uso de la comunidad. Para más información, le invitamos a visitar al sitio Web del NIDA al www.drugabuse.gov, donde se ofrece una guía completa y otros materiales sobre las consecuencias, la prevención, y el tratamiento del abuso de las drogas.