El Super Bowl, que se celebrará este domingo en Las Vegas, corona la enorme apuesta y la ambiciosa estrategia en los últimos años de la ciudad de los casinos para convertirse también en un punto de referencia del deporte.
El Allegiant Stadium, inaugurado en 2020 y con capacidad para 65.000 personas, acogerá el duelo entre los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers. Es la primera vez que el Super Bowl se disputará en Nevada.
El hogar de Las Vegas Raiders de la NFL ya ha vivido algunos momentos muy destacados en su corta historia, como la final de la Copa Oro entre México y Estados Unidos en 2021, el clásico amistoso Barcelona-Real Madrid en verano de 2022 y los Pro Bowl de la NFL en 2022 y 2023.
Con un coste cercano a los 2.000 millones de dólares y una cubierta que remata un recinto cerrado especialmente útil durante el caluroso verano en el desierto de Nevada, este estadio también forma parte de las sedes que albergarán este año la Copa América.
Fuera del deporte, el Allegiant Stadium, situado en el sur del Strip de Las Vegas, ha acogido conciertos de estrellas mundiales como The Rolling Stones, Beyoncé, Bad Bunny, Elton John, Red Hot Chili Peppers y BTS.
Las Vegas ha jugado gran parte de sus bazas en los últimos años a atraer equipos y espectáculos deportivos de todo tipo como guinda a su descomunal oferta de ocio.
Así, los Raiders de la NFL cambiaron Oakland en 2020 por Las Vegas y el mismo camino van a seguir los Athletics de la MLB, que tienen previsto irse a la ciudad del juego también desde Oakland el próximo año.
No son los únicos equipos de las grandes ligas que se han mudado a Las Vegas.
Ahí aparecen los Vegas Golden Knights de la NHL (creados en 2017 y campeones de la Stanley Cup en 2023) y Las Vegas Aces de la WNBA (aterrizadas en 2018 desde San Antonio y que han ganado los dos últimos anillos).
Tampoco hay que olvidar la histórica y larga tradición de grandes veladas de boxeo en Las Vegas y que la UFC de artes marciales mixtas tiene ahí su sede central.
Aunque también hay rumores sin confirmar de que la MLS podría tener en el futuro un equipo en la ciudad, tal vez el proyecto deportivo más ambicioso en el horizonte tiene que ver con la NBA y LeBron James.
Así, el máximo anotador en la historia de la NBA ha dicho en varias ocasiones que, cuando se retire, quiere ser propietario de un nuevo equipo de esta liga en Las Vegas.
Sería un paso razonable dentro del cada vez más intenso idilio entre la NBA y Las Vegas, que acoge cada verano la Summer League, que en 2007 celebró su All-Star y que además el pasado diciembre organizó la primera edición del NBA In-Season Tournament (el primer experimento con el formato copa de la NBA).(AGENCIA).