El exembajador Aníbal de Castro consideró que “la República Dominicana está obligada a presentar su propia narrativa sobre sus relaciones con Haití” porque las informaciones que se manejan en el exterior “están grandemente divorciadas de la realidad”.
Dijo que fuera del país “no se nos hace justicia” y se colocan versiones sobre las relaciones dominico-haitianas que no sintonizan con los hechos.
Citó dos artículos publicados por The New York Times y Miami Herald en los que se tejen versiones para presentar a República Dominicana como victimaria, recreando la matanza de 1937, pero obviando que se trató de un régimen dictatorial como el de Trujillo que también sometía a los dominicanos a los mismos tratos crueles.
Entrevistado por Pablo McKinney en su programa televisivo “McKinney”, por Color Visión, De Castro lamentó que quienes enrostran la matanza del 1937 para culpar a todos los dominicanos, olvidan que muchos nacionales se jugaron la vida para proteger a los haitianos de ser asesinados por el régimen trujillista.
Recordó que un caso de protección fue el de José Francisco Peña Gómez, acogido y protegido por una familia dominicana mientras sus padres fueron arriados hacia Haití.
El también presidente del Grupo Diario Libre descartó que la sociedad dominicana sea racista como se le acusa, a pesar de que no se ha incorporado suficientemente el componente africano a la cultura del país.
Dijo que es incomparable las condiciones en que vivían los esclavos (negros) americanos o haitianos con las que predominaron en la parte oriental de la Isla de Santo Domingo, porque “esta era una sociedad hatera donde el esclavo convivía en igualdad de condiciones con el amo”.
Agregó que cuando se iban al campo a cuidar el ganado, tanto el esclavo como el amo vivían juntos, diferente a la situación de los esclavos en las plantaciones haitianos donde la vida era de unos cuantos años por la sobreexplotación.
Recordó que cuando fue embajador en Estados Unidos mantuvo una actitud de responder en los medios de comunicación todas las acusaciones falsas en contra del país.
Como parte de esos esfuerzos, De Castro citó que a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional que definió las condiciones de la nacionalidad, visitó a un cardenal en Boston que había hecho declaraciones y tras las explicaciones dadas, el prelado agradeció la visita y las informaciones, y en su condición de encargado de las Migraciones en el Vaticano, iba a explicar al Papa una nueva versión de la situación.
Democracia dominicana
De Castro afirmó que la democracia dominicana es un ejemplo “brillante” en la región porque se ha trabajado para mantenerla, aunque persistan imperfecciones, “es sólida, ha echado raíces y quiero pensar que llegó para quedarse”.
Recordó que ha habido elecciones regulares cada cuatro años y se ha cambiado de gobierno cuando lo han decidido los electores y los gobiernos trabajan, “más o menos, apegados a las reglas de la democracia”.
“La salud de la democracia dominicana es muy buena y no necesita ningún instrumento médico para determinarlo. A simple vista”, apuntó el exdirector de Última Hora, revista Rumbo y Diario Libre.
No obstante, De Castro admitió que enfrentar la desigualdad económica y social “es una tarea que ha estado pendiente por demasiados años”, por lo que hay que trabajar para ver cómo se reduce esa brecha, “que se ha reducido”, porque “cientos de miles de dominicanos han salido de la pobreza en los últimos diez a quince años”.
Estimó que es necesario trabajar para disminuir “el desajuste social en la República Dominicana como consecuencia de una marcada diferencia en los ingresos”.
Señaló que un problema de la democracia dominicana es que cada vez se necesita más dinero para impulsar una campaña electoral, y “como consecuencia de eso el Congreso Nacional se ha llenado de riferos, lo que no es saludable para la democracia”.
De Castro agregó que “tampoco es saludable para la economía que en el país haya decenas de miles de bancas de apuestas”, por lo que favorece que haya un control porque “el juego de azar no es saludable para la democracia ni para ningún país”.
Retos del periodismo
El experimentado periodista consideró que los retos permanentes del periodismo en la actualidad son “la búsqueda de la verdad, ser contrapeso del poder”, así como adaptar el buen periodismo a los cambios tecnológicos.
Estimó que con las nuevas tecnologías “cambiará el medio para difundir las noticias, para organizar el debate de las ideas… pero el periodismo será siempre igual. Las noticias serán igual hoy y mañana. El día que se descubra una vacuna contra el cáncer, esa será una noticia”.
Dijo que pese a los retos, los periódicos siguen siendo los medios de constatación de la realidad en una sociedad democrática, porque ante las divulgaciones de las redes, la gente “siempre va a los periódicos para constatar si es verdad”.
“En una sociedad democrática debe haber medios de comunicación fuertes, económicamente viables, con periodistas responsables, que ejerzan un periodismo saludable para la democracia y al mismo tiempo se alimente de las libertades y los derechos que ofrece la democracia”, puntualizó De Castro.