Aseguran que el Gobierno se ha olvidado de ellos.
La Red Nacional de Centros Cristianos de Rehabilitación de Adictos (Renacerá) aseguró este lunes que trabaja en precarias condiciones debido a la falta de recursos para tratar a las 700 personas que aloja en los 28 establecimientos que tiene instalados en todo el territorio nacional.
Los directores de los centros dijeron que los establecimientos en los que ayudan a rehabilitar los adictos operan con necesidades innumerables y escasos fondos y que al día de hoy se han visto en la obligación de cerrar sus puertas.
El presidente de Renacerá, Paulino Ventura, indicó que «el Gobierno no tiene centros con internamiento para los adictos, nosotros somos los que hacemos (las ONG) el trabajo de rehabilitación de adictos en este país, sin embargo, muchos no tienen con qué pagar los locales».
Asimismo, el vicepresidente de la organización, José Corporán, manifestó que las instituciones que representan «están trabajando con las manos», ya que no reciben presupuesto del Estado, ni de los ayuntamientos, ni ayuda de Salud Pública.
«Cada centro tiene una necesidad, pago de casa, alimentación, salud, camas, locales, estamos quedandonos en las calles», afirmó.
Los pastores aseguran que Renacerá prácticamente ha sido abandonada por las autoridades y que en múltiples reuniones sólo han recibido promesas.
En ocasión de celebrarse hoy el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, los pastores demandaron a la Procuraduría General de la República entregar el 15% de los fondos que la Ley 155-17 dispone que reciban estas organizaciones.