Sin embargo, aseguró que en estos momentos se encuentran en manos de empresarios que lo explotan sin proporcionarle ningún tipo de beneficio al Estado ni a su región.
SANTO DOMINGO, RD.- La diputada por la provincia de San Pedro de Macorís, Inés Bryan, consideró Las Cuevas de las Maravillas, como un patrimonio del pueblo dominicano que hoy se encuentra en las manos de un grupo de empresarios de la República Dominicana que lo explotan, sin proporcionarle ningún tipo de beneficio al Estado ni a su región, mucho menos al municipio Ramón Santana, donde se encuentra ubicado.
“Este grupo insaciable, además de los terrenos ya mencionados donde se encuentran enclavadas Las Cuevas de las Maravillas, también pretenden apoderarse de aproximadamente 10 millones 400 mil metros que se encuentran alrededor de donde se encuentra su ubicación”, resaltó la congresista.
En ese mismo orden, Bryan enfatizó que la lucha que ha iniciado con ese tema no se detendrá, que la persona a la que el Estado dominicano le puso en sus manos el citado patrimonio, maquillado de fundación y patronato, ha demostrado con su accionar que no tienen buena fe y en tal sentido deben entregar Las Cuevas de las Maravillas a los quisqueyanos.
Señaló que la ambición desmedida lo ha llevado tan lejos que han sido capaces de cercar 10 millones 400 mil metros que no les pertenecen y que son propiedad de la nación.
Del mismo modo, motivó al director del Consejo Estatal de Azúcar (CEA), a tomar posesión de manera inmediata de los terrenos y al mismo tiempo solicitó al presiente de la República, Danilo Medina, instruir al director del CEA para tales fines.
Fue enfática en decir que esos sectores de poder que hoy tienen en manos las Cuevas de las Maravillas, son los mismos que destruyeron la industria azucarera para apropiarse de los terrenos del CEA.
“Queremos dejar bien claro ante el país que Las Cuevas de las Maravillas es un patrimonio de todos los dominicanos, que no se venden, no se prestan, y que el Estado dominicano no puede regalarlo”, puntualizó la legisladora reformista.