Manuel Núñez, especialista en tema dominico-haitiano, admitió que no se vislumbra intención de ayudar a Haití, porque la comunidad internacional está cansada de Haití, ya que es un hoyo negro que consume una gran cantidad inmensa de dinero con un resultado muy mediocre.
JACQUELINE MORROBEL
SANTO DOMINGO, RD.-El historiador Manuel Núñez dijo que es casi imposible estabilizar la situación de Haití, ya que las bandas tienen el control del territorio y negocian entre sí, tienen el dominio del monopolio de la violencia y han convertido a Haití en un Estado fallido e inexistente.
Desde el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, en julio de este año, las bandas armadas dominan las calles del vecino país.
Destacó que el Estado desapareció, ya que un Estado es un centro de poder político militar, que controla un país, que tiene una moneda, que tiene el control de los espacios marítimo, terrestre y aéreo, que provee de servicios, que está dotado de un reconcomiendo de los demás Estado.
No obstante, dijo que Haití lo único punto de existencia que tiene son sus embajadas, las cuales son reconocidas como un Estado, pero dentro del territorio de Haití “ellos no controlan su espacio marítimo, ya que ahí están las bandas en combinación con los colombianos trayendo lanchas cargadas de drogas, no controlan el espacio área, es un punto de tráfico permanente de drogas procedente Colombia”.
El historiador manifestó durante una entrevista en el programa La Hora 22, que conducen los periodistas Gregory Caimares y Abinader Fortunato, que los mismos estadounidenses dicen que el 14% de la cocaína que entra a su espacio ha pasado por el territorio haitiano.
Destacó que a su entender, la única forma de salir de esa situación en Haití es con una intervención internacional, pero recordó que ya hubo una que duró 17 años, como fue la Minustah, la cual a su juicio fue un fracaso.
Se recuerda que la Minustah fue creada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas después de la intervención militar de febrero de 2004 que reemplazó al presidente Jean-Bertrand Aristide por Boniface Alexandre.
“Fue muy costosa esa misión internacional, con tropas provenientes de varios países de América Latina y Asia, con fondos de 900 millones de dólares por años, excesivamente larga”, indicó.
El especialista en tema dominico-haitiano admitió que no se vislumbra intención de ayudar a Haití, porque la comunidad internacional está cansada de Haití, ya que es un hoyo negro que consume una gran cantidad inmensa de dinero con un resultado muy mediocre.
Manuel Núñez también reiteró que la única salida posible para ayudar a Haití sería una intervención internacional, para evitar que el estallido social arrope a la República Dominicana.
“Nosotros que tenemos una frontera de 392 mil kilómetros con Haití, somos los más vulnerables ante una mareada hambrienta hacia República Dominicana, que terminarían creando un sistema muy difícil”, sostuvo.
Resaltó que la probabilidad de que varias naciones se involucren está en la capacidad de daño de la situación de Haití, y es muy difícil “la situación de los haitianos en todo el Continente es de sobre aviso, no lo quieren en Colombia, en Chile tampoco, en México tampoco, Jamaica tiene un programa de repatriación permanente y Cuba lo fumiga y los devuelve”.
Dijo que evidentemente República Dominicana es el punto más vulnerable y el chantaje a los dominicanos de quererlo culpabilizar sobre este del tema, se ha ido diluyendo.