Ante la OEA, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, prometió el viernes organizar elecciones “lo antes posible” a pesar de la devastación del reciente terremoto, en una nación aún conmocionada por el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Durante una sesión virtual del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre Haití, Henry reconoció que la comunidad internacional ve con preocupación la inestabilidad política “crónica” del país caribeño, “agravada por el asesinato infame” de Moïse el 7 de julio.
“Me he comprometido a hacer todo lo que esté en mi poder para volver a poner a mi país en los rieles de una democracia funcional con la organización lo antes posible de elecciones libres y transparentes”, afirmó.
“Resulta imperativo que volvamos rápidamente al funcionamiento normal de las instituciones democráticas”, enfatizó Henry, quien asumió el cargo el 20 de julio tras haber sido designado por Moise.
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El primer ministro admitió que el proceso electoral que estaba en marcha se vio detenido por el sismo, “que ha movilizado todas las energías”, pero aseguró que se reanudará “lo más rápidamente posible”.
La semana pasada, antes de que un terremoto de magnitud 7.2 sacudiera Haití el 14 de agosto, provocando más de 2,000 muertes, el consejo electoral provisional había dicho que la primera vuelta de las elecciones presidenciales, inicialmente prevista para septiembre, se realizaría el 7 de noviembre.
Ese mismo día también se prevén las elecciones legislativas que deberían haberse celebrado en 2019, y un referéndum constitucional que Moise apoyó, pospuesto dos veces debido a la pandemia del coronavirus.
Moïse, asesinado en su domicilio por un comando armado, había estado gobernando por decreto, luego de que las elecciones legislativas de 2018 se pospusieran, y de que surgieran disputas sobre si su mandato debía terminar en febrero de 2021 o 2022.
Colombia pide “verdad completa”
El país más pobre de las Américas, golpeado por recurrentes desastres naturales, ha registrado un aumento de la violencia de las pandillas, en medio del incremento de contagios y muertes por COVID-19.
Henry ha prometido restaurar el orden y llevar ante la justicia a los responsables del asesinato de Moïse.
Por el crimen fueron arrestadas 44 personas, incluidos 12 policías haitianos, dos estadounidenses de ascendencia haitiana y 18 colombianos que supuestamente formaban parte del comando armado.
En la sesión de la OEA, la vicepresidenta y ministra de Exteriores de Colombia, Martha Lucía Ramírez, destacó el “dolor” de que exmilitares colombianos estén involucrados.
Ramírez pidió garantizar el “derecho al debido proceso” de sus compatriotas y urgió a las autoridades haitianas a juzgar no sólo a los autores materiales del magnicidio, sino también a los intelectuales.
“Eso no lo hicieron unos exmilitares colombianos, hay gente mucho más importante que debe estar involucrada y es importante por la tranquilidad del pueblo haitiano que se conozca la verdad completa de los hechos y que se asuman las responsabilidades”, dijo.
No más “asistencialismo”
El primer ministro haitiano agradeció la “enorme solidaridad” de la comunidad internacional tras el sismo del sábado, luego de que las tareas de socorro se vieran complicadas además por el azote, 48 horas después del temblor, de la tormenta tropical Grace.
“El desafío es grande y en este momento precisaremos el apoyo de todos ustedes”, remarcó, recordando que la temporada de huracanes aún no termina y que la pandemia sigue infectando y matando haitianos.
Henry dijo que, para no repetir errores de la gestión de la crisis humanitaria de 2010, cuando un potente terremoto mató más de 200.000 personas en Haití, la coordinación de la respuesta se concentrará ahora en la Dirección de la Protección Civil.
“Para garantizar la total transparencia en la gestión de las ayudas he creado un grupo de trabajo ad hoc”, anunció.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, elogió la labor de Henry ante la crisis y llamó a la región a estar “al lado de Haití” para ayudarlo a desarrollarse.
“La comunidad internacional ha hecho demasiado asistencialismo en Haití”, opinó.
“Debemos tener un esfuerzo sostenido que permita un Haití cada vez con instituciones más fuertes, cada vez con mejores capacidades, con mejor gerenciamiento para atender estas crisis”, señaló Almagro.
México destacó la “generosa” ayuda individual de los países de la OEA a Haití, pero instó al bloque regional a ir más allá de organizar sesiones del Consejo Permanente para hablar del tema.
“Los ciudadanos del hemisferio esperan más de la OEA”, dijo la embajadora de México ante la OEA Luz Elena Baños, usualmente crítica del liderazgo de Almagro. “Está en nuestras manos mejorar su efectividad”, insistió.AGENCIA.